Los mejores festivales Languedoc Roussillon

Animaciones y espectáculos gratuitos, de miércoles a domingo, en las tres plazas del corazón de la ciudad chaurienne (gentilicio de los habitantes de Castelnaudary). Una fiesta de confraternidad desde 1999, durante la cual los restauradores de la ciudad sirven a todas horas menús de cassoulet elaborados según la receta tradicional. Además, podrá disfrutar de un mercado gastronómico, bandas de música, un pueblo infantil, un desfile de carrozas, justas acuáticas en el Canal du Midi y conciertos. No menos de 60.000 personas, vestidas con los colores azul y blanco de la ciudad, se reúnen en la capital mundial del cassoulet para la ocasión.

Cada año, la Esplanada de Charles de Gaulle se llena de amantes del vino durante el último fin de semana de noviembre, último mes de la vendimia. Montpellier celebra la viña y el vino con pasión el viernes y el sábado, y acoge un pueblo de viticultores donde seguro que encontrará alguna de las maravillas agrícolas que componen los vinos de Occitania. Los viticultores, dorados por el sol, seleccionan sus cepas y se esfuerzan siempre por vivir de su pasión por el vino extrayendo de la tierra una producción vitícola de calidad. Durante estos dos días, podrá disfrutar de conferencias, catas a ciegas, bares de vinos, espectáculos musicales.

Y el domingo, la fiesta continúa en las bodegas y fincas de la zona de Montpellier con catas. En los últimos años, los eventos han atraído a más de 125.000 personas en cada festival.

Cada verano, en agosto, el encantador pueblo de Fleury d'Aude organiza sus festejades, tres días de fiesta popular jalonados de numerosas actividades. El evento es gratuito y se articula en torno a varios conciertos. En los últimos años, las calles del pueblo han resonado al ritmo de las canciones de las Négresses vertes, Alpha Blondy, Sergent Garcia, Amir o Lio. Un programa impresionante que atrae cada año a un gran número de veraneantes y lugareños. ¡Ambiente garantizado!

El pueblo de Prats de Mollo la Preste es escenario cada año de un carnaval tradicional y único. Para celebrar el inminente regreso de la primavera, los aldeanos se disfrazan de osos, el animal emblemático de la región. Se ponen una piel de oveja y se cubren de hollín. Armados con garrotes, estos osos inician un frenético sarabandeo y dirigen a la gente en una alocada farandula. Tres días de fiesta carnavalesca, incluido el desfile de las Majestades del Carnaval.

"Força, Equilibri, Valor i Seny", en francés: "Fuerza, equilibrio, coraje y sabiduría", es el lema de estos hombres que construyen torres humanas con geometría armoniosa. Los Castellers, de la palabra catalana "castell" (castillo), son constructores de torres humanas con estructuras complejas y diferentes alturas (algunas pueden llegar a equivaler a un edificio de 5 plantas) que siguen un código preciso. Inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO desde el 16 de noviembre de 2010, esta tradición, que sin duda es la más significativa de la cultura catalana, se remonta al siglo XV. Se trata de un impresionante espectáculo participativo que combina fuerza, agilidad y flexibilidad y que, en la mayoría de los casos, tiene lugar en una plaza pública. Más allá de un simple acontecimiento festivo, es una filosofía de vida, una demostración de cooperación, de trabajo en equipo, de solidaridad, de sacrificio, de concentración, de coraje, de fuerza física y mental, en la que hombres, mujeres y niños, cualquiera que sea su edad, su origen social y sus características físicas, son esenciales para la elevación del edificio, ya que cada uno tiene que confiar en el otro antes de ser a su vez un pilar.

Cada año, la ciudad de Port-La Nouvelle cobra vida con motivo de su aniversario Se celebra el 21 de julio -fecha en la que se proclamó oficialmente el municipio en 1844- y está amenizada por espectáculos musicales y un impresionante espectáculo de fuegos artificiales. Mientras esperan las primeras ráfagas de luz hacia las 22.30 horas, los curiosos pueden contar con la banda Trait d'union Périer para ambientar la plaza Saint-Charles.