Qué ver y hacer Iles grecques

¿Cómo describir un lugar tan auténtico?

En primer lugar, por su historia: la del Dr. Kavvadia, cirujano ortopédico, que cultivaba este lugar como un pequeño jardín secreto, cuidando sus olivos de una especie local llamada "Lianelia" con la certeza de que desarrollarían virtudes curativas en respuesta a sus buenos tratamientos. Una fuerza del pensamiento convertida en milagro de la naturaleza, ya que el aceite de oliva que hoy se produce en este olivar, además de ser excelente, tiene propiedades antioxidantes.

Luego está el duro trabajo del nieto del doctor, Apostolos, un tipo bonachón y apasionado, que ha tomado el relevo. El abuelo fue un pionero en su época, utilizando sin saberlo la permacultura y la agricultura sostenible. El nieto ha certificado su explotación como ecológica y continúa la tradición familiar cuidando con esmero estos árboles centenarios.

Así que no es de extrañar que el aceite de oliva producido por el Dr. Kavvadia y su nieto haya ganado numerosos premios y galardones. Este compromiso con el trabajo bien hecho se refleja en las etiquetas, que se escriben a mano y se numeran más de 4.000 veces por tirada de producción Es un trabajo fascinante con un resultado único, y el humilde propietario del local estará encantado de enseñarle la granja.

La visita merece la pena En una hora y media, aprenderá todo sobre el proceso de extracción del aceite de oliva, la permacultura y el compostaje, en un entorno bucólico y encantador.

La visita termina con una degustación de los dos tipos de aceite que se producen aquí y verduras ecológicas de la huerta en forma de mezze.

Una buena manera de recompensar todos los esfuerzos realizados por Apostolos y su familia es pasarse por la tienda y llevarse un poco de este líquido dorado, producido a conciencia bajo el sol de las islas Jónicas, con un amor a la tierra y una tradición que imponen respeto.

Creemos que es una de las cosas que hay que probar en Corfú

La fuente fue inaugurada en 1628 por el gobernador veneciano Francesco Morosini, de ahí su nombre, pero es más conocida como "Fuente de los Leones", en griego Liontaria. El agua fluye por las bocas de cuatro leones, símbolos del poder veneciano, y las cuencas están decoradas con representaciones de escenas mitológicas, talladas en mármol, donde se encuentran algunas figuras clásicas como tritones o ninfas... Esta fuente fue la primera en llevar agua a la ciudad de Heraklion, de ahí su actual poder histórico. A pesar de su apariencia hoy en día bastante banal, uno puede reconocer fácilmente que el trabajo de su construcción tuvo que ser considerable. La gran estatua de Poseidón, que ocupaba el centro de la fuente, fue destruida durante la ocupación turca. La plaza, donde se abre la calle Avgustou 25, la principal calle peatonal que conduce al puerto, es un centro cultural y turístico muy importante de Heraklion. Pero no sólo mire a los cuatro leones, también mire debajo de la fuente a través de los cuatro ojos de buey herméticamente cerrados e iluminados: allí puede ver los cimientos del acueducto veneciano. Uno de los lugares emblemáticos de Heraclion por su historia, la plaza de los Leones (o E. Venizelou) no es muy impresionante. Sin embargo, puede ser agradable almorzar en una de las tabernas de la plaza donde se encuentra la fuente, sobre todo en aquellas cuyas terrazas en el primer piso le darán una agradable vista de la animación circundante.

Debe su nombre al color de la arena. Esta playa coronada por acantilados, menos frecuentada que la playa de Matala, es magnífica, sobre todo en la puesta de sol. Las vistas a la bahía de Matala y a la playa de Kokkinos son magníficas cuando se llega a la cima de la colina que los separa. Nudismo posible. Un hippie francés se alojó durante varios años, se ven sus esculturas en las cuevas, en forma de pulpo, de sirena…

La entrada al puerto deportivo de Mandraki está guardada por dos columnas emblemáticas de Rodas: las columnas del ciervo y la cierva. Durante mucho tiempo, la leyenda urbana contaba que marcaban la ubicación del antiguo y majestuoso Coloso de Rodas. Según esta teoría extendida, los pies del Coloso se hallaban justo donde están las columnas actuales y la estatua se elevaba hasta 31 metros de altura (equivalente a un edificio de doce plantas). Una tesis rebatida por todos los arqueólogos.

En el puerto de Mandraki encontrará barcos de crucero y para excursiones, y una serie de restaurantes turísticos poco recomendables. Los muelles albergan sobre todo una sucesión de edificios de arquitectura fascista. Entre los imponentes edificios de la nueva ciudad construida por los italianos destacan el Banco Nacional de Grecia, el Teatro Nacional, Correos, el Palacio de Justicia y el Ayuntamiento, así como el edificio de estilo ecléctico del Nuevo Mercado, antiguo mercado de pescado construido en 1925 y donde se alinean hoy cafés y puestos de venta. Frente a los muelles, el faro Agiou Nikolaou y tres molinos medievales vigilan el acceso al puerto.

A unos veinte minutos del puerto y del casco antiguo, a pocos kilómetros del centro de la ciudad de Corfú, esta es «la postal» por excelencia, la imagen más emblemática de la isla. Porque Kanoni sigue siendo una de las curiosidades más célebres de Corfú. Es difícil resistirse. Prueba de ello: hoy es aún el sitio más fotografiado. Este islote, unido a Corfú por un largo dique, alberga una bonita y pequeña iglesia encalada, completamente blanca. Aunque el lugar debe su nombre a un cañón abandonado por las tropas napoleónicas, su historia destaca sobre todo porque allí es donde se hallaba la capital de la isla durante la Antigüedad. Sin embargo, a excepción de dos puntos de excavación, los arqueólogos nunca han llevado a cabo realmente investigaciones en el lugar. En cambio, los ocupantes británicos pusieron patas arriba la pequeña punta del noreste de la península para emplazar la villa Mon Repos. Esta residencia, rodeada por un inmenso parque, vio nacer en 1921 al príncipe Felipe de Edimburgo, marido de la reina de Inglaterra, antes de pasar a manos de la familia real griega y ser cedida luego al Estado griego. Hoy alberga un museo. El parque (abierto de 8 a 19 h, entrada gratuita) permite acceder a los islotes de Vlacherna y Pondikonissi. La tradición popular asocia esta isla al barco de los feacios, que tras llevar a Ulises a Ítaca fue petrificado por Poseidón: Según Homero, este pequeño rincón de tierra no es más que el barco que llevó a Ulises hasta Ítaca. Este islote parece haber inspirado al pintor suizo Boecklin para su obra La Isla a los Muertos. Una vez allí, visite la pequeña iglesia (del siglo XIII) rodeada de cipreses. En la pared, las placas recuerdan el paso por el lugar de la emperatriz Isabel de Baviera y de su hijo Rodolfo.
Pero es mejor estar prevenido, porque este paisaje se lo merece. Solo una (pequeña) pega a este cuadro idílico: probablemente no sea el único que querrá visitarlo. Así que para esquivar los autobuses de turistas, inevitables en Corfú en temporada alta, le aconsejamos ir temprano, muy temprano. Lo ideal, si ha alquilado un coche, es ir por la mañana al amanecer y tomar un poco de altura. No lo lamentará. En ese preciso momento el espectáculo es magnífico, con los primeros rayos de sol que iluminan a la vez los dos islotes vecinos de Corfú: el monasterio de Vlacherna en primer plano, en el primer islote, conectado al puerto únicamente por un dique, Pondikonissi, la roca en la que habría varado Ulises y, por último, la iglesia de Pantokrator a la izquierda.

No se permite a los visitantes quedarse en las gargantas de noche. Guardar el boleto para la salida.

Acceso deportivo en motoreadora, por lo que es preferible los caicos. Playa de arena en la que uno se muestra, donde uno se exhibe incluso para hacer triunfar el culto del cuerpo. Los huéspedes gays, gustosos, prefieren la zona derecha de la playa. En los dos extremos de la playa, dos bares se encargan de poner el ambiente. ¡Explosivo!

El Museo Judío de Rodas ocupa la sinagoga Kahal Shalom, la más antigua de Grecia y la última de Rodas en activo. Construida en 1577, es absolutamente magnífica. Su interior es de estilo sefardí tradicional. Observe el suelo y los mosaicos de guijarros, típicos del casco antiguo de Rodas. El museo describe la historia de la comunidad judía de Rodas, que se remonta a muchos siglos atrás. A principios del siglo XX, la comunidad judía sefardí contaba con unos 4.000 miembros, y en el barrio judío (la judería) había cuatro sinagogas. En la década de 1930 la isla estuvo bajo ocupación italiana, y las leyes antisemitas proclamadas por el gobierno fascista llevaron a una gran parte de la población judía a abandonar Rodas. En 1944 la isla fue ocupada por la Alemania nazi: el 23 de julio de 1944 fueron reunidos y deportados 1.673 judíos. Solo 151 regresaron de los campos de exterminio. Hoy en día la comunidad está formada por tan solo unos treinta miembros.

Chora, también llamado Hora, es el barrio otomano del casco antiguo. Aquí es donde la potencia otomana instaló los grandes centros de poder y religiosos. Las iglesias se transformaron en mezquitas y la arquitectura tradicional otomana se desarrolló por todas partes. Podrá observar las características estructuras de madera a lo largo de Socratous, típicas del periodo otomano. El casco antiguo se vació en aquella etapa de la población griega autóctona, que emigró fuera de las murallas. En la parte superior de Socratous se pueden ver los edificios siguientes:

La mezquita de Solimán se erigió en 1522 en honor a Solimán el Magnífico, a quien se debe la conquista de Rodas por el Imperio otomano. El edificio actual, fácilmente identificable por sus muros de color rosado, data del siglo XIX. Todavía es una mezquita en funcionamiento, que no está necesariamente abierta a las visitas.

La biblioteca musulmana Hafiz Ahmed Agha (abierta de lunes a sábado de 9 a 14.30 h) fue edificada en 1794 y alberga manuscritos raros y coranes ilustrados, uno de los cuales data de 1540. Es una de las joyas del periodo otomano en Rodas, un centro de conocimiento y ciencia.