NEA MONI

Casi exactamente en el centro de la isla, el monasterio de Néa Moní bien merece una visita. Fue fundada por el emperador bizantino Constantino IX Monomachos (1042-1055) en 1042, tras un descubrimiento milagroso. Según la tradición, fundó Nea Moni como recompensa a dos monjes de Quíos que le habían profetizado, mientras estaba exiliado en Mitilene, que su exilio terminaría pronto y subiría al trono. Hoy en día sigue siendo uno de los monasterios bizantinos más importantes de Grecia, junto con los de Dafni y Osios Loukas en el continente.

Este monasterio del siglo XI sigue siendo un lugar emblemático de la época bizantina y del cristianismo oriental. Esto es lo que la hace tan valiosa y atrae a las multitudes. El monasterio se construyó en el centro de la isla, en la ladera occidental del monte Provateion, donde unos años antes los monjes habían encontrado el icono milagroso de la Virgen colgado de una rama de mirto. Se trata de un monumento especialmente importante, cuyos fabulosos mosaicos con fondo dorado son famosos. Pero aunque Néa Moní albergó en su día una poderosa comunidad de 600 monjes, también fue saqueada en 1822. Admire la imponente mesa de mármol y los bancos de piedra del refectorio. El monasterio es uno de los monumentos bizantinos más importantes de Grecia y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980. Es uno de los monumentos más bellos del arte bizantino, tanto por su arquitectura como por sus mosaicos realizados por artesanos de Constantinopla en el siglo XI.