
Enclavada en el corazón del Finisterre, Quimper encarna el alma bretona en toda su riqueza. Capital cultural de Bretaña, esta ciudad de arte e historia es famosa por su autenticidad, su notable patrimonio arquitectónico y su dinamismo artístico. Con sus calles medievales bordeadas de casas con entramado de madera, su majestuosa catedral gótica de Saint-Corentin y sus tradicionales talleres de loza, Quimper ofrece un auténtico viaje en el tiempo. Atravesada por los ríos Odet y Steir, la ciudad florece en la confluencia de ríos e inspiraciones, combinando naturaleza, cultura y saber hacer. ¿Qué hacer y qué ver en Quimper? Siga nuestra selección de los 10 lugares imprescindibles para aprovechar al máximo su estancia
1. La famosa catedral de Saint-Corentin, una de las más bellas de Francia

Auténtica joya del arte gótico, la catedral de Saint-Corentin es una de las visitas obligadas de Quimper, y también una de las más bellas de Francia. Su construcción comenzó en 1239 y se prolongó durante casi seis siglos, lo que atestigua el profundo apego de los habitantes de Quimper a este monumento excepcional. Un detalle arquitectónico intrigante llama la atención: el ligero hueco entre el coro y la nave. Esta peculiaridad, que sigue rodeada de misterio, podría reflejar un simbolismo religioso -evocando la inclinación de Cristo en la cruz- o ser el resultado de una elección técnica para estabilizar los cimientos. Durante su visita, no se pierda las capillasde la nave norte, donde se exponen las enigmáticas y fascinantes obras del pintor Yann Dargent.
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2. Pasear por el centro de la ciudad

Un paseo por las viejas calles de Quimper le transportará en el tiempo al corazón de un encantador escenario medieval. Las callejuelas adoquinadas revelan casas con entramado de madera y bellas residencias de piedra, reliquias de un pasado floreciente. El ambiente es tranquilo y auténtico, sobre todo en torno a la pintoresca Place au Beurre, ideal para una pausa gastronómica. En cuanto a la calle Kéréon , invita a recorrerla, con sus comercios locales y sus fachadas típicas. Es una manera ideal de impregnarse del alma bretona y del encanto único de Quimper.
Descubra Quimper en una visita guiada a pie en grupo que puede reservar aquí. Verá las principales atracciones de la ciudad, como la catedral de Saint-Corentin y el exótico jardín de La Retraite.
3. Qué hacer en Quimper Visitar el Museo de Bellas Artes

Ubicado en un elegante palacio de estilo italiano construido en 1867, justo enfrente de la catedral de Saint-Corentin, el Museo de Bellas Artes de Quimper es uno de los más ricos de Bretaña y de Francia. Alberga una notable colección de pinturas de inspiración bretona que datan de 1875 a 1905, reflejo vivo y único de las tradiciones locales. El museo también rinde homenaje al poeta y pintor Max Jacob, nacido en Quimper, a través de exposiciones temporales periódicas. En la planta superior, los visitantes pueden admirar una rica selección de obras de las escuelas septentrional (siglo XVII), italiana (siglos XIV a XVII) y francesa (siglos XVII a XIX). La sección dedicada a los artistas de la escuela de Pont-Aven es también una visita obligada para todos los amantes del arte.
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4. y el museo departamental bretón

Situado en el antiguo palacio episcopal de Quimper, el Museo Departamental B retón es el museo más antiguo de Finisterre. Ofrece una cautivadora inmersión en la historia y la cultura de Bretaña, desde la prehistoria hasta las obras del movimiento Seiz Breur. Con más de 65.000 piezas expuestas -trajes tradicionales, cerámicas, esculturas y objetos cotidianos-, el museo narra la evolución de la identidad bretona. No se pierda el patio interior, bordeado por un claustro neogótico, que ofrece una vista impresionante de la catedral de Saint-Corentin. Una visita fascinante, ideal para comprender el alma de Bretaña.
5. El museo de la loza, una visita obligada en Quimper

Visitar el Museo de la Loza de Quimper es una experiencia fascinante que hay que vivir en Quimper. Gracias a la visita guiada, descubrirá las múltiples etapas de fabricación de una pieza de loza, observando de cerca los gestos precisos y meticulosos de los artesanos. El recorrido está bien estructurado y permite comprender la evolución de este arte emblemático. El museo propone al visitante un viaje a través de los siglos, conuna exposición de 500 piezas que cambia regularmente, seleccionadas entre más de 2.000 obras. Algunas de ellas son únicas y representan escenas religiosas, históricas o cotidianas, o incluso motivos abstractos, sublimados por la belleza intemporal de la loza.
6. Visitar Halles Saint-François

Reconstruidas tras el gran incendio de 1976, las Halles de Quimper han recuperado su lugar central en la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad. Verdadero lugar de encuentro, están especialmente animadas los sábados, día de mercado, cuando los puestos rebosan de productos locales frescos. También se puede comer allí a cualquier hora: bocadillos, pasta fresca, sushi, rollitos de huevo... y, por supuesto, las infaltables crêpes bretonas. Y no olvide contemplar el sorprendente entramado, testigo de una reconstrucción emblemática.
7. Qué hacer en Quimper Un paseo en barco por el río Odet

Embárquese en un crucero guiado desde el puerto de Corniguel y déjese llevar por el Odet, apodado "el río más bonito de Francia". Este crucero fluvial, de 1 hora o 2 horas y 15 minutos de duración, le invita a descubrir el interior de Bretaña desde un nuevo ángulo. Casas solariegas, castillos, playas escondidas y paisajes de un verde exuberante pasan tranquilamente, mientras garzas y garcetas animan las orillas. Por el camino, un guía le explicará la historia, la flora y la fauna de la región. En tierra, ocho pasarelas adornadas con flores atraviesan el Odet, uniendo las alturas de Quimper con las calles peatonales del centro de la ciudad. Antaño entradas privadas a jardines, hoy ofrecen un encanto bucólico y un marco pintoresco a sus paseos urbanos.
8. La iglesia románica de Locmaria, uno de los monumentos románicos más antiguos de Finisterre

Situada a orillas del río Odet, esta iglesia románica del siglo XII es uno de los edificios románicos más antiguos de Finisterre. Modificada varias veces a lo largo de los siglos, está clasificada como Monumento Histórico desde 1862. Su nave, la parte más antigua, data del siglo XI, mientras que su claustro se añadió en el siglo XVII. En su interior se puede admirar un romántico órgano yun notable Vía Crucis de barro del siglo XIX, también declarado Monumento Histórico. La iglesia también acoge conciertos de vez en cuando, lo que añade un toque especial a un lugar cargado de historia.
9. La Orangerie de Lanniron, un lugar ideal para los niños en Quimper

A orillas del río Odet, la finca de Lanniron se extiende sobre 38 hectáreas de verdor y ofrece un auténtico escaparate de naturaleza en pleno centro de Quimper. Antigua residencia episcopal transformada en residencia palladiana en el siglo XIX, el castillo domina magníficos jardines formales, escalonados hasta el río. Estos jardines albergan una preciosa colección botánica, que incluye varios árboles centenarios. Para los más pequeños, un recorrido lúdico con tirolinas, toboganes y coches de pedales promete una exploración llena de sorpresas. Un lugar encantador para toda la familia.
10. Qué hacer en Quimper Degustar las especialidades culinarias

Quimper es un auténtico paraíso para los amantes de la gastronomía. La cocina local es deliciosa: marisco bretón, crêpes y sidras ocupan un lugar destacado en los restaurantes locales, donde la crêpe fina es también una especialidad ineludible. No se puede visitar la ciudad sin probar sus famosas crêpes y galettes, elaboradas con harina de trigo sarraceno o de trigo y aderezadas con deliciosos sabores locales como queso, caramelo de mantequilla salada y sidra. El marisco, sobre todo las ostras y las vieiras, también ocupa un lugar destacado en los menús. Para una comida tradicional, no deje de probar el "kig ha farz", un plato típicamente bretón a base de carne, verduras y farz (una mezcla de harina y leche). Por último, la sidra bretona, ya sea dulce o brut, es un acompañamiento perfecto para cualquier comida, y los pasteles locales como el "kouign-amann " añadirán un toque dulce y gourmet a su comida.
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¿Dónde alojarse en Quimper?
Aquí tiene una selección de alojamientos en Quimper, adaptados a diferentes presupuestos y preferencias, para ayudarle a elegir dónde alojarse durante su estancia:
- Nuestro favorito: el Hôtel Gradlon
Reservable aquí, el Hôtel Gradlon es una de las instituciones de Quimper. Las habitaciones se renuevan regularmente y ofrecen todas las comodidades modernas. En los meses más fríos del año, el salón-bar ofrece el calor de un fuego abierto en la chimenea de granito. La biblioteca es un remanso de paz.El desayuno en el patio es una experiencia inolvidable. Todo el lugar es acogedor y encantador.
- El más acogedor: Hotel Ginkgo
Este encantador establecimiento,que se puede reservar aquí, ofrece 20 amplias habitaciones con comodidades modernas y un estilo refinado, y una zona de relajación con sauna y hammam. El plus añadido: una terraza en la azotea donde admirar las magníficas vistas. Es el lugar ideal para descansar en un entorno idílico
- Buena relación calidad-precio: hotel l'Océania
Reserve aquí, este confortable hotel con amplias habitaciones es uno de los mejores lugares para descubrir Quimper. Su terraza, donde podrá disfrutar de una piscina climatizada en temporada, es un verdadero plus. El Océania cuenta con un bar y un restaurante, donde podrá degustar su cocina. La decoración es cálida y acogedora, con vistas a la terraza.
¿Qué hacer en Quimper con niños?
Aquí tienes una lista de cosas que hacer en Quimper con niños:
- La Playce: este parque de ocio cubierto de 800 m² cuenta con una colorida zona de juegos con toboganes, piscina de bolas, cama elástica, tirolina y karts a pedales. Ideal para los días de lluvia o para relajarse en familia.
- Zonas de juegos: La ciudad cuenta con varias zonas de juegos, como las de Creac'h Gwen, Kervouyec y Prat ar Rouz, con columpios, toboganes y estructuras para trepar para diferentes edades.
- Parc d'Odet Loisirs: situado en Quimper, este parque ofrece diversas actividades, como toboganes, paseos en barca de pedales y juegos infantiles, para pasar un día divertido en familia.
- Musée Départemental Breton: este museo ofrece paseos cuentacuentos para niños de 3 a 6 años, dándoles la oportunidad de descubrir la historia y la cultura bretonas de forma divertida e interactiva.
- Por último, cada verano la ciudad se transforma en un escenario vivo de la cultura bretona, con música, danza y trajes tradicionales en el Festival de Cornouailles, uno de los festivales imperdibles de Bretaña. No se lo pierda si está de vacaciones en familia por la zona
- Festival "Les enfants sont des princes ": este festival, que se celebra todos los veranos en Quimper, ofrece espectáculos gratuitos para niños, desde teatro hasta música, en diversos lugares de la ciudad.
¿Qué hacer en Quimper cuando llueve?
Le proponemos algunas cosas que hacer en Quimper cuando llueve:
- La Playce: este parque de ocio cubierto es perfecto para un día lluvioso. Con diversas zonas de juego, como toboganes, piscina de bolas, camas elásticas y un kart a pedales, toda la familia podrá divertirse al abrigo de la lluvia.
- Musée des Beaux-Arts de Quimper: Disfrute de las ricas colecciones del museo, que incluyen pinturas bretonas y obras de artistas como Max Jacob. Podrá explorar la historia del arte sin mojarse.
- Musée Départemental Breton: ubicado en el antiguo palacio episcopal, este museo le sumerge en la historia y la cultura bretonas a través de una colección de más de 65.000 objetos. Es una forma estupenda de descubrir el patrimonio bretón mientras se resguarda de la lluvia.
¿Qué hacer en los alrededores de Quimper?
- Rodeada de la magnífica campiña bretona, Quimper es un punto de partida ideal para explorar la región. La Riviera bretona, las playas de arena y el misterioso y legendario bosque de Brocéliande están a tiro de piedra.
- Y no se pierda el museo Bigouden de Pont-l'Abbé, con su escenografía particularmente cautivadora. Encontrará numerosos testimonios de las tradiciones de Bigouden, como trajes y tocados tradicionales, símbolos del orgullo de la población local. También hay objetos cotidianos del pasado, muebles antiguos y herramientas de época.
- El Museo del Almirante de Pouldreuzic le adentrará en un mundo marino fascinante, donde los colores, la luz, la fauna y la flora se revelan desde un ángulo totalmente nuevo. Situado frente a la playa de Penhors, el Musée de l'Amiral alberga una impresionante colección de más de 12.000 conchas procedentes de todo el mundo. Para descubrirlas en todo su esplendor, ¡diríjase allí!
¿Qué pueblos bonitos se pueden visitar en los alrededores de Quimper?
En los alrededores de Quimper hay numerosos pueblos preciosos, algunos de los mejores de Bretaña, que merecen una visita por su encanto auténtico, su historia y sus paisajes pintorescos. He aquí algunas sugerencias:
- Locronan: este pueblo medieval, catalogado como uno de los más bellos de Francia, es una auténtica joya. Con sus calles empedradas, sus casas de granito y su impresionante iglesia, Locronan parece congelado en el tiempo. El pueblo ha sido escenario de numerosas películas y ofrece un ambiente mágico, sobre todo durante la fiesta de Saint-Ronan, que se celebra cada agosto.
- Pont-Aven: Este pequeño pueblo es famoso por haber inspirado a numerosos pintores, en especial a Paul Gauguin. Situado a orillas del río Aven, Pont-Aven es un remanso de paz con sus casas de colores, galerías de arte y pintorescos molinos de viento. Es un lugar ideal para pasear y disfrutar de la belleza del campo.
- Concarneau: a sólo 30 minutos de Quimper, Concarneau es una ciudad fortificada con un encantador casco histórico, la Ville Close, rodeada de murallas. Pasee por sus callejuelas, explore sus tiendas y descubra su animado puerto pesquero.
Para saber más qué hacer y ver en Concarneau Las 15 visitas obligadas
- Moulin de Kerioleten Concarneau: a las afueras de Concarneau, el Moulin de Keriolet es un lugar bucólico y romántico. Este molino del siglo XIX, rodeado de vegetación, ofrece visitas guiadas y exposiciones. Es un lugar especialmente agradable para pasear.
- Trégunc: Situado al sur de Quimper, Trégunc es un pueblo costero que ofrece magníficas playas y rutas de senderismo. Su puerto y sus paisajes naturales lo convierten en un destino ideal para los amantes del mar y la naturaleza.
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