EL POZO DE DIONISIO
El lugar más emblemático de la ciudad de Tonnerre, una fuente de piedra del siglo XVII.
Visitando la Fosse Dionne (clasificada como Monumento Histórico desde 1920), descubrirá allí el sitio más emblemático de la ciudad de Tonnerre. Conocida desde la prehistoria, pero siempre ha sido misteriosa, esta fuente vauclusiana del siglo XVII, rodeada de piedra, sigue siendo la fuente de muchas leyendas. Su increíble color azul intenso, así como su larga e insondable profundidad, ha llevado a menudo a los habitantes de Tonnerre a creer que su creación fue de origen celestial o diabólico. Se ha dicho, por ejemplo, que la cuenca no tenía fondo y que conducía al infierno. O que el Basilisco (un reptil de mirada petrificada) se hubiera quedado allí hasta que el valiente obispo San Juan de Roma lo echó. En 1758, alrededor de la cuenca, el lavadero fue construido por Louis d'Eon, hijo del famoso Caballero d'Eon; todavía es claramente visible. Aunque todavía no conocemos su origen, ahora sabemos que esta fosa (entre las más difíciles de explotar en Francia) se alimenta del agua de lluvia absorbida por las mesetas jurásicas circundantes antes de que llegue al Armançon. En el sitio se puede ver el comienzo de una galería de 2,50 metros de altura que se detiene a una profundidad de 28 metros, y continúa hasta 360 metros de la entrada, es decir, a una profundidad de 61 metros. A pesar de los pocos dramas que han marcado su historia, la enigmática Fosse Dionne sigue siendo explorada hoy en día. Desde 2018, el buceador profesional Pierre-Eric Desseigne ha estado tratando de desentrañar todos sus misterios.