CHOCOLATERIE DE TONNERRE
Antiguo ayuntamiento de Tonnerre, antiguo edificio renacentista que alberga una tienda y un laboratorio.
Antiguo ayuntamiento de Tonnerre, este antiguo edificio renacentista fue comprado en parte por el confitero Louis Egendorfer en 1862. Egendorfer fabricaba aquí sus especialidades ya clásicas: azúcar de cebada, marrones glacés, etc. Hasta 1904, cuando vendió su negocio a la familia Thévenin. Una buena idea, porque el chocolatero se convirtió rápidamente en una institución cuya reputación se extendió mucho más allá de la región. El General de Gaulle era uno de sus clientes más prestigiosos. Salía regularmente del Elíseo para regalarse los chocolates que tanto le gustaban: los palets d'or.
Cerrada en 1978, la chocolatería Thévenin (declarada Monumento Histórico) fue adquirida inicialmente por la ciudad, que emprendió una larga y necesaria renovación. Las instalaciones se entregarán a Tous au Château en 2023. A partir de ese momento, la empresa se encargará de continuar las obras y devolver la vida a estas instalaciones, convirtiéndolas en parte permanente del patrimonio local. ¿Desde entonces? La fachada, la tienda y el laboratorio han recuperado su aspecto de principios del siglo XX y se han repuesto más de 350 objetos de la época (tarros, moldes, etc.). La Chocolatería de Tonnerre se ha convertido así en un museo en movimiento donde triunfan la nostalgia y la poesía. Tras la visita, la boutique Napoleón III es el lugar perfecto para comprar algunos dulces y participar en talleres. En cuanto al laboratorio de la Belle Epoque, es el escenario de talleres dedicados a los maridajes de vino y chocolate. Porque, no lo olvidemos, ¡Tonnerre también es tierra de vinos!