Vete a Martinica sin salir de Montceau. Christiane Mathos te propone una "suave hora antillaise" y hace viajar sus papilos el tiempo de una agradable comida en su establecimiento creado en 1987. Construida como una casa colonial típica, basta con entrar en la gran sala para ser exhausta. Una decoración con colores madrás, las hojas de plátano, las fotos de playa y las botellas de ron que reina en el bar dan enseguida el tono, en el fondo de las canciones antillanas. Después de la ineludible ti-ponch en aperitivo, imposible no arrojarte sobre los accras de bacalao. Todas las especialidades criollas se reúnen: tonterías criollas, colombo de pollo, flan coco, plátanos flambados, ponche plantor… Una cáscara de pimiento en los platos hará subir la temperatura. Los sabores lamentarán a veces la falta de variedad de algunos menús, pero, a pesar de todo, encontrarás los sabores de las islas. Por nuestra parte, este futsouskaïe de mejillones picante, salto de cerdo a la piña confitado al jengibre con arroz y verduras de las islas, Panacotta mango y lirios de frutas exóticas. ¡Sabores que encontrar en los mercados o en platos para llevar!