Fincas vinícolas Mercurey

Creado por la ODG (organisation de défense et de gestion) de Mercurey, el Caveau Divin es el escaparate de la DOC Mercurey, que celebra su centenario en 2023. La bodega cuenta con 44 fincas, cada una con una o dos añadas, y 64 vinos. Es posible degustarlos todos gracias a que los vinos se conservan en una cava enomática, lo que permite mantener las botellas abiertas bajo nitrógeno. La fórmula es sencilla: basta con coger una tarjeta de degustación en recepción, abonarla con el importe de su elección y hacer su selección entre los vinos disponibles.

El Domaine Duvernay de Mercurey es especialmente acogedor, con su bodega boutique acristalada con vistas a las viñas. También es una propiedad joven, fundada en 1970 por Jean Duvernay, el abuelo que cavó su bodega en la piedra a los pies de su casa. Hoy, son su hijo Jean-Luc y su nieta Floriane quienes comparten el trabajo. La propiedad cuenta con 20 hectáreas de viñedos en las denominaciones Coteaux bourguignons, Crémant, Aligoté, Mercurey blanco y tinto, incluido el emblemático Mercurey tinto^1er Cru Le Clos l'Évêque.

en ^7ª generación, Yves y su hijo Loïc están a la cabeza de esta propiedad familiar. No podemos sino rendir homenaje a la memoria de Edward de Suremain, abuelo de Yves, ya que estuvo en el origen de la denominación Mercurey en 1923. Gracias a estos dos apasionados, podrá conocer toda la historia del domaine, de este fabuloso pueblo y de este terruño excepcional. El Domaine de Suremain produce seis vinos tintos de Mercurey, entre ellos cinco ^1ers crus con características distintivas, un Mercurey blanco y un crémant. Las viñas se cultivan con métodos sostenibles y se vendimian a mano.

Château de Chamirey es una empresa familiar desde hace cinco generaciones. Amaury Devillard y su esposa Aurore mantienen la pasión de una casa que se extiende por 5 fincas, en Mercurey, pero también Domaine des Perdrix en Nuits-Saint-Georges, Domaine de la Ferté en Givry, Domaine de la Garenne en el Mâconnais y Domaine Rolet en el Jura. La bodega de degustación, ubicada en una antigua sala de cubas, ofrece una vista única de las laderas. La calidad de la acogida es impecable. También puede alquilar una encantadora casa de huéspedes.

El Domaine de la Ferté es una finca situada en la ciudad de Mercurey.

El Domaine Tupinier Bautista hace todo lo posible por extraer lo mejor de la denominación Mercurey, ofreciendo vinos generosos y afrutados. Los visitantes pueden degustar las mejores cosechas en su nueva bodega de Touches, en las alturas de Mercurey. La propiedad también ofrece visitas y degustaciones que permiten descubrir la evolución de las viñas y los vinos a lo largo de las estaciones.

El viñedo Tramier L. et Fils es una referencia en Borgoña. Desde 1842, este comerciante de vinos ofrece una amplia gama de vinos cuidadosamente seleccionados de notable calidad y relación calidad-precio. Los amantes del vino pueden descubrir los vinos tintos y blancos de la finca de Mercurey, así como otros vinos de Borgoña de diferentes regiones. Tramier & Fils cuenta con unas instalaciones modernas, que incluyen una bodega y unas cavas de última generación, así como unas magníficas cavas excavadas en la roca en 1830.

La historia de este viñedo se remonta a 1875, por lo que el nombre de Antonin Rodet es toda una institución en Mercurey, pequeña comuna vinícola de renombre mundial. Clos Antonin Rodet es una hermosa residencia ^{del siglo XVII} con azulejos típicos de Borgoña, rodeada de un jardín formal. La casa ofrece una visita guiada de inmersión en el vino y el patrimonio de una a dos horas de duración, con degustación de vinos. Este peso pesado de la escena vinícola borgoñona posee viñedos desde Chablis, en el Yonne, hasta el Mâconnais, incluidos algunos monovarietales.

Desde 2022, el Domaine de la Monette está en manos de Pierre-Etienne Chevallier, un joven enólogo formado en Beaune antes de adquirir experiencia en Côte-d'Or, California y Côte Chalonnaise. Acompañado por su esposa Lise, cultiva 12,5 hectáreas de viñedo en Mercurey, Givry, Rully y Bouzeron, todas ellas con certificación ecológica. El pasto controlado, el barbecho no segado junto a las viñas, la plantación de árboles frutales, los rendimientos controlados y la vinificación parcela por parcela son sólo algunos de los fundamentos de la finca, que merecen una mirada más atenta.

Desde 2018, el Château de Garnerot tiene una nueva vida gracias a Alexia Russo y Caroline Fyot. Jóvenes enólogas apasionadas, dedican sus 6 hectáreas de viñedo y su orgulloso edificio a lo mejor. Ahora ecológicas, ponen tanta pasión en la elaboración de un Aligoté como en la de un village appellation, un Crémant o un Mercurey^1er Cru. Ofrecen catas de vino con visita al château y cenas temáticas. En una casita situada en los magníficos terrenos del château, una casa rural con encanto ofrece una experiencia total.