Masaya Coffee Reserve
Lugar perfecto para conectarse con la naturaleza y la cultura cafetera de la región de Antioquia, ubicado no muy lejos de los pueblos típicos
Situada a sólo dos horas de Medellín, no lejos de los pueblos típicos de Jardín y Jericó, la Reserva Cafetera de Masaya está en el corazón de la reserva cafetera de La Manchuria, donde se produce uno de los mejores cafés de Colombia desde hace más de 60 años. Situado entre montañas y plantaciones de café y plátano, este hermoso edificio tradicional convertido en hotel boutique garantiza a los viajeros una experiencia auténtica y envolvente. El lugar perfecto para conectarse con la naturaleza y la cultura cafetera de esta hermosa región de Antioquia.
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Información y horarios en Masaya Coffee Reserve
Los precios empiezan en 75.000 dólares por un dormitorio y 330.000 dólares por una habitación doble.
Lo más importante es que el personal superó las expectativas para brindar una experiencia de 5 estrellas. No encontrará a nadie mejor que Nico para compartir su pasión por el proceso de cultivo del café, ni un anfitrión más compasivo que Paola.
La comida rica.
La piscina en 4 días no la usamos porque se veía sucia.
Lo que más sin sabor nos dejó es que siendo una "reserva natural" no tengan sensibilidad por todos los animales. Se acercó un perro de la vereda herido, con sangre a la vista y ninguno de los trabajadores le brindó ayuda, teniendo uds perros bien cuidados, que mal ejemplo.
En la zona hemos encontrado lugares más amables y con una mejor percepción calidad precio y sobretodo mas coherentes.
La jornada comenzó con una cálida bienvenida en la finca, donde los aromas frescos de los campos de café envolvían el aire. Guiados por agricultores locales expertos, emprendimos un recorrido educativo por los campos de cultivo. Aquí, aprendí sobre las variedades de granos, las prácticas de cultivo sostenible y el arduo proceso de recolección manual que da vida a cada taza de café.
La experiencia se volvió aún más envolvente al participar activamente en la cosecha. Bajo la guía experta de los agricultores, pude recoger los granos maduros, apreciando la destreza necesaria para seleccionar los mejores frutos. Este contacto directo con el cultivo añadió un valor único a mi comprensión y aprecio por el arte del café.
Después de la cosecha, nos dirigimos a la zona de procesamiento, donde los granos pasan por el lavado, secado y descascarillado. Esta fase del tour brindó una visión profunda de la meticulosidad requerida para garantizar la calidad del café desde su origen hasta la taza.
La degustación de café fresco fue, sin duda, uno de los momentos culminantes. En un entorno tranquilo y acogedor, pude saborear las distintas notas y perfiles de los granos de la finca. La pasión y el conocimiento del barista local amplificaron la experiencia, permitiéndome explorar la complejidad y la riqueza de los cafés producidos en Salgar.
El tour concluyó con un toque de relax en medio de la naturaleza. En un entorno pintoresco, disfruté de un momento de calma mientras observaba los campos de café y absorbía la tranquilidad del entorno.
En resumen, el tour por la Finca de Salgar en la Machuría del Café fue una experiencia educativa y sensorial que profundizó mi conexión con el café desde su origen. Desde la cosecha hasta la degustación y la contemplación tranquila, cada momento resaltó la dedicación de la finca hacia la calidad y la tradición cafetera. Una jornada en la que el café no solo se convirtió en una bebida, sino en una historia viva que se puede saborear en cada sorbo.