LE TRAIN DES RÊVES
El vagón restaurante, que data de 1950, permite venir a comer de forma inusual, pero sólo con reserva. Comodidad moderna en un espíritu deliciosamente vintage, un verdadero momento fuera del tiempo: mesas cubiertas con manteles y vajilla de época, como demuestran los logotipos TEE o WL. Dispuesto como al principio, el vagón, a cada lado del pasillo central, ofrece mesas que pueden acomodar de dos a cuatro personas, sin dejar de ser flexible para grupos y recepciones. Intimidad total con mesas iluminadas por lámparas Orient-Express, objetos de decoración de la época: una delicia para los amantes de los locos años veinte. Tres menús o propuestas a la carta, bastante sencillas, pero caseras. Uno viene principalmente por el ambiente que emana del lugar, y el lado muy íntimo. Puede continuar la inmersión yendo al vagón museo o reservando una habitación individual o una suite en un compartimento de 1948 de un auténtico Orient-Express de la compañía internacional de coches cama, como Agatha Christie... Los grupos son bienvenidos, así como la posibilidad de privatizar el lugar. Único
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