HÔTEL DE BOURGOGNE * * *
Se siguen los pasos de Lamartine a quien le gustaba dormir aquí, cuando cogió pensión en Cluny, en este edificio inscrito en los cimientos mismos de la antigua abadía. Hay trece habitaciones en las reglas del arte que sirven a la causa de las estrellas. La cocina y la carta de vinos se reparten de forma conjunta con el espíritu de región: croustina de cabra caliente del Clunysea, sandra cocida a la plancha- "risotto" de carne (¡hmm!), filete de buey charolais - reducción de vino tinto del Machano… antes de una hoja de hoja de chocolate y frutos de la pasión… Tradiciones y excelencias para el marco en las salas o la terraza en el jardín en un perfecto eco a los requisitos de los hornos de la casa Borgoña.
Este establecimiento también figura como :
C’est un de ces hôtels dont j’espère qu’il survivra à cette dictature des likes et d’imagerie artificielle.
C’est du vrai, c’est de l’authentique et avec une propreté et sens du service au top.