Diversión y salidas Trouville-Sur-Mer

Construido cerca de la playa por Alexandre Durville en 1912, el casino trouvillais ha sido objeto de importantes reformas en los últimos años que no han hecho nada por desmerecer su caché arquitectónico. Hay de todo para pasarlo en grande entre chapuzón y chapuzón en el mar. Los aficionados encontrarán mucho que hacer: máquinas tragaperras, ruleta francesa o inglesa, blackjack... Las cenas-espectáculo en el Governors' Lounge son sólo uno de los muchos eventos que se ofrecen. Aquí es menos formal que en Deauville

Un verdadero placer Les Docks es a la vez una acogedora bodega y un delicioso bar de tapas, donde también se puede comer algo a mediodía. El local es pequeño, acogedor, original y está a dos pasos de la playa. Romain, trotamundos y antiguo chef de algunos de los mejores hoteles de la Polinesia, le dará una colorida bienvenida. ¿Tienes hambre después del baño? Le encantarán las tapas. Depende de lo que haya y del humor del chef Es un lugar estupendo para tomar una copa, saborear un ron preparado (los tarros decoran la ventana) y picar algo con los amigos.

En la rue des Bains, Aurélien le recibe con una sonrisa en Pipelettes & Co., un delicioso salón-boutique de té que huele a café, procedente de un tostador del Pays d'Auge, y a té, por supuesto, con 80 variedades de diferentes orígenes. Con amigos o en pareja, en la terraza o bajo una manta, hay mil maneras de disfrutar de estos tés, algunos de ellos excepcionales. ¿Tiene hambre? La casa sirve desayunos, almuerzos y dulces por la tarde. La tienda también ofrece una gama de productos relacionados con la humeante taza de la hora del té. ¡Sí, querida!

¿Y si tomamos un poco de altura en el paseo marítimo de Trouvillais? Esta Cabane Perchée, con su estilo joven, relajado y desenfadado, le espera para almorzar, para un momento de relax, para tomar el sol o para un aperitivo frente al mar. Desde la azotea, se puede disfrutar de una copa o un cóctel, acompañado de tapas (rollitos de huevo, patatas fritas caseras con gratinado de gouda trufado...), un poke bowl o una tabla (con lomo, chorizo y jamón de Bellota, por ejemplo). Todo ello con unas vistas impresionantes del dique y la playa. Muy bonito, de moda y, a partir de ahora, imperdible