Amantes de los macarrones, merengues, suaves y financieros, la fábrica de galletas artesanales de Sannerville es un lugar del que no saldrá ileso. La casa existe desde 1992. A la dulzura del principio se añadieron las hermanitas saladas (paleta de camembert, roquefort y pimienta de Espelette) y, siguiendo los tiempos, las galletas sin gluten y veganas. ¡Uy! Estábamos a punto de olvidarnos de la última adición: trufas de chocolate negro con un corazón derretido de caramelo de mantequilla salada. El taller y su tienda abren sus puertas de par en par. La visita es imprescindible, sobre todo porque se ofrece la degustación. En casa, las galletas, cuidadosamente envueltas, mantienen su frescura y sabor. ¡A menos que unas manos codiciosas pasen por aquí! Milagro: el sitio en línea llena los huecos muy rápidamente.
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Opiniones de los miembros sobre L 'ATELIER DU BISCUIT
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