Los mejores museos Módena

Este palacio, que originalmente estaba destinado a albergar a los necesitados, reagrupa ahora los principales museos de la ciudad. Construido en 1753, alberga la Galería y la Biblioteca Estense, así como los Museos Cívicos, el Museo Lapidario Romano y el Museo Lapidario Estense.

Situada en la cuarta planta, la Galería Estense exhibe una rica colección de obras reunidas por la familia Este, que las trajo consigo a Módena cuando se vieron obligados a abandonar Ferrara en 1598. La galería ofrece una interesante panorámica de la producción artística de la escuela emiliana y de la escuela veneciana desde el siglo XV hasta el XVIII. La visita comienza con una Virgen con San Juan y San Gregorio de Guercino, restaurada después de haber sido robada en 2014 y hallada en Marruecos en 2017. También se puede admirar el San Antonio de Padua de Cosmè Tura, un tríptico de El Greco, un Retrato de Francisco I de Este de Velázquez, catorce episodios de las Metamorfosis de Ovidio de Tintoretto y pinturas del Veronese. Además de varias obras esculpidas, entre ellas, un busto de mármol de Francisco I de Este, obra maestra de Gian Lorenzo Bernini, y esculturas de terracota muy refinadas de Vírgenes con el Niño.

En la tercera planta, los Museos Cívicos incluyen secciones de arqueología, etnología y arte.

La Biblioteca Estense, en la segunda planta, es una de las más ricas de Italia y contiene libros italianos iluminados, como la famosa Biblia de Borso de Este, del siglo XV.

Colecciones de lapidarios en la planta baja.

Un espectacular museo en el interior de una arquitectura vanguardista en aluminio amarillo. La amplia sala de exposición presenta los coches más representativos de la historia de Ferrari. Cada media hora se proyecta una película que describe la vida del fundador. Visita escenográfica, y el efecto se refuerza con la voz de tenor de Pavarotti (también de Módena) como música de fondo de forma continua. Al lado, un edificio de ladrillos, el antiguo taller de Alfredo Ferrari, donde nació Enzo en 1898.

¿Quién no ha coleccionado nunca de niño pegatinas de Panini para pegarlas en un álbum sobre el Mundial de fútbol o sobre los dibujos animados de moda? Originarios de Módena, los hermanos Panini fundaron una editorial especializada en figurine (imágenes autoadhesivas) en 1961. En la década de 1990, la empresa donó 500.000 piezas (pegatinas, cajas de cigarrillos, etc.) a la ciudad de Módena, que forman la colección del museo. Parte de ella está en exposición permanente en vitrinas que evocan las páginas de un álbum para ser hojeadas.

Después de un corto documental introductorio (pregunte por los subtítulos en español), una emocionante visita guiada describe el lento y paciente proceso de producción del balsámico tradicional. La degustación de vinagres de 12 y 25 años permite apreciar sus aromas únicos. Se pueden ver baterías de barriles y algunas reliquias, como una botella encontrada en Carpi que data de 1785: el vinagre, que fue probado por un maestro catador, sigue siendo apto para el consumo.

La colección exhibe una veintena de coches Maserati. Para que conste, Umberto Panini estuvo trabajando en la empresa Maserati. Más tarde, se unió a sus hermanos al frente de la editorial Panini, y luego comenzó a producir queso parmesano después de comprar un terreno y vacas lecheras. Cuando Maserati fue vendida al grupo Fiat en 1993, la colección histórica de coches Maserati fue subastada y el antiguo operario decidió adquirirla para que no se dispersara.

El tradicional vinagre balsámico (DOP) se llama con razón «oro negro» si se considera que se necesitan 500 kilos de uva para obtener dos litros de vinagre y al menos doce años de paciencia antes de que se extraigan las primeras gotas del precioso elixir del barril. Consciente del valor patrimonial de este producto, Módena fundó su fábrica municipal de vinagre en 2003, bajo el desván del palacio Comunal, donde reposan varias baterías de barriles. La visita guiada repasa el proceso de elaboración de los balsámicos y finaliza con una degustación.