Guía de viaje Bolzano - Bozen

El corazón de la ciudad late alrededor de la magnífica plaza Walther, bajo los soportales con sus atractivos escaparates, en los cafés y en sus terrazas. A Bolzano no se va a admirar monumentos del Renacimiento o del Barroco italiano: las visitas son más bien a edificios medievales o ¡a la arquitectura contemporánea! El encanto de esta ciudad reside en la combinación de las tradiciones austriacas y la cultura italiana.La proximidad de los espectaculares valles alpinos (a menos de media hora en coche) hace de Bolzano (Bozen en alemán) un campamento base ideal para practicar senderismo en la región o para ir a las pistas de esquí. Pero quizá lo más entrañable de esta ciudad sea su mezcla de arquitectura, lenguas y costumbres italianas y austriacas. Si la dificultad de la convivencia entre italianos y austriacos de origen se hizo sentir durante mucho tiempo, hoy las jóvenes generaciones son conscientes de la oportunidad y las posibilidades que ofrece esta doble cultura. Sin embargo, nadie se siente totalmente italiano ni verdaderamente austriaco, sino más bien tirolés (del sur), a medio camino entre las dos culturas pero deliberadamente «aparte». La posición de Bolzano ha influido en su historia. Disputada por los lombardos, los francos y los bávaros, la ciudad, que dependía del ducado de Trento, fue cedida al conde del Tirol, luego al duque de Carintia, que a su vez la cedió a los duques de Austria. Siguió siendo austriaca hasta 1918. En 1927 se convirtió en capital de provincia y obtuvo mayor libertad de acción cuando, en 1948, se concedió la autonomía a la región.Festival del Speck. Cada año, en mayo, se celebra aquí la famosa fiesta del speck. Espectáculos folclóricos con actuaciones de grupos disfrazados y un mercado de speck, donde los productores ofrecen degustaciones del típico jamón ahumado.