MEZQUITA DE LA MANZANA DE ORO
Mezquita de las Manzanas de Oro, remate de la linterna del alminar decorado con nudos romboidales y friso de loza turquesa
Al igual que las demás mezquitas cuyo acceso está reservado a los musulmanes (situación que se remonta a la época del Protectorado), nos contentamos con admirar desde el exterior este sobrio edificio de 80 metros de ancho, construido en el siglo XII, hacia 1190, durante el reinado de Yacoub el-Mansour. En el interior, el patio central está rodeado de cuatro patios más pequeños, cada uno con una pila de abluciones y sencillos pórticos porticados. La sala de oración, menos amplia que la de la Koutoubia, consta de once naves en tres tramos perpendiculares al mihrab, reforzadas con capiteles de madera. La mezquita de la Kasbah, también conocida como mezquita de Moulay El Yazid, fue destruida en 1574 por una explosión. Restaurada varias veces, pasó a llamarse Mezquita de las Pommes d'Or, en referencia a las cuatro bolas de cobre dorado que coronan la linterna del alminar. Según la leyenda, el oro procedía de las joyas de la esposa de El Mansour. Algunos de los cuentacuentos de la plaza Jemaâ el-Fna le contarán la edificante historia de los prisioneros ingleses y franceses que, en el siglo XVIII, tras haber conseguido escapar de sus cárceles, intentaron robar estas manzanas de oro y acabaron con sus cabezas cortadas y expuestas en los casetones de Bab Agnaou. El alminar está decorado con tracería romboidal, perfectamente restaurada en el siglo XVII, y un friso de loza turquesa enmarcado por dos bandas blancas: la primera representa la primera sura del Corán, la Fatiha. Durante mucho tiempo, fue el prototipo de los alminares hispano-moriscos.