Gastronomía especialidades locales y vinos Cambremer

Un productor imprescindible en la Ruta de la Sidra! Es imposible pasar por Cambremer sin visitar una de las más bellas y antiguas bodegas de sidra de Normandía, fundada en 1865 por François Huet. Las técnicas han evolucionado, las instalaciones también, pero la receta sigue siendo la misma, rica en conocimientos técnicos y transmisión ancestral. Si quiere saber más sobre la sidra y el calvados, ¡este es el lugar adecuado! A continuación, diríjase a la tienda, donde le esperan preciosas bebidas (sidra AOC-AOP Pays d'Auge, calvados AOC Pays d'Auge...).

Emblemática, a veces manchada de una imagen tradicional, la sidra revela hoy todas sus características y aromas gracias a una nueva generación de productores. Como Antoine Marois, originario del Pays d'Auge, cuyo enfoque enológico de la sidra revela la riqueza del terruño y da lugar a sidras excepcionales. Al igual que la vid, hay grandes terruños para la sidra. Apasionado e innovador, este sidrero abre las puertas de su finca, enclavada en lo alto de una colina que domina Cambremer, con cita previa. La sidra merece ser celebrada!

Una magnífica finca de Augeron rica en historia que Stéphane y Lucille Grandval estarán encantados de presentarle. Aquí, el saber hacer se ha transmitido durante tres generaciones. Fue Yvon, el abuelo, y sus amigos productores quienes crearon el Syndicat des producteurs du Cru de Cambremer y la Route du Cidre. Por lo tanto, es imprescindible desviarse para descubrir el lugar, sus edificios con entramado de madera, algunos de los cuales (bodega y lagar) datan del siglo XVI, y la veintena de variedades de manzanas que se cultivan: sidra AOC Pays d'Auge, pommeau AOC, calvados AOC Pays d'Auge Fine, Hors d'Age...

Desde el verano de 2021, la pareja Aurélie y Mickaël son los felices propietarios de este pequeño rincón del paraíso en Normandía. Todo en esta encantadora tienda huele a tierra. Huele a leche y crema. Huele a camembert, pont-l'évêque, livarot y neufchâtel. Huele a callos al estilo de Caen, y a andouille de Vire de Asselot, mezclado con el aroma de las manzanas directamente de los alambiques. Cuando se abre la puerta de la tienda de comestibles de Cambremer, no hay duda: estamos efectivamente en Normandía. Y te vas con los brazos llenos