LE VERTIGO
Si hay un bar ineludible de la calle Ec desde hace 20 años, es éste. Los trociarios tienen recuerdos de los estudiantes de secundaria y los estudiantes están preparando sus recuerdos de trociarios, pero el abanico de clientes es mucho más… vertiginoso. El secreto de esta longevidad: Thierry (el cpurlier y el padre fundador) ha sabido seguir siendo igual a sí mismo. Lejos de los estándares de la decoración moderna, de los colores flashy, los efectos algo artificiales en la recepción, en el Vertigo, son la sencillez que predomina, en las relaciones humanas y en el ambiente. Primer efecto Kiss Cool: el contraste entre el nombre (en referencia al gran Hitch para los incultos) y el marco medieval. Aquí el cuervo (otro guiño de ojo al maestro de la zanahoria) coge con las garras y escuadrones de nichos con hierro forjado y otras espadas o botellas. Segundo efecto Kiss Cool, las veladas. En cuanto a las brechas, si el Emboscada es un valor seguro, podrás recomendarte cócteles hitchcockianos: Marnie, Psicosis, Muerte-aux-trouses, la Cuerda sin olvidar el vértigo del vértico, todo decorado con embutidos y otros picoteo a voluntad.