TIME KEEPING
Time Keeping es el punto de convergencia de los amantes de la alta relojería, representada (entre otros) por nombres como Oficine Panrai, Oméga, Vulcano, Jaegger Lecoultre, Rolex o los péndulos Atmos. Empujar la puerta de Rudolfo Delabarre es entrar en el mundo de la exigencia y de la excelencia de los guardacostas. Es también entender por qué el término de relojería de lujo es inadecuado o, en el mejor de los casos, reservar a determinadas marcas de reloj los logotipos del préstamo para llevar, mudos por cuarzo barato. Es cierto, los relojes son caras, los nuevos y las colecciones (estas últimas representan el 70% de la actividad de Time Keeping). Son caras porque responden a criterios de calidad extremos en términos de materiales y acabados: cajas de acero resistentes a la abrasión por la piel que de la aleación cromado, engranajes y mecanismos de metales y rubíes que garanticen una fluidez perfecta del movimiento (generalmente automática), estanqueidad perfecta (vidrio, fondo y talla de reinstalación), resistencia a una gran presión (Rolex Sea-Dweller) o ausencia de presión (Omega Speedmaster) por citar sólo estos puntos. Lo que estos relojes saben hacer en condiciones inusuales, sabrán hacerlo aún mejor en condiciones normales de uso. Para entender los precios de algunas, basta con poner una ropa de fripier y una de alta costura y comparar. Como hay relojes que duran lo que duran, hay relojes de alta relojería que duran todo. En Caen… es en la casa de Time Keeping. Time keeping, también es un taller de reparación todas las marcas y un punto de venta de los brazaletes Nato.