ANNLIZ BONIN
Una de las principales bazas de esta plasticiana es ser una pura autodidacta. No se prohíbe nada, puesto que ha sido expulsado del menor carril de una formación clásica. Sin embargo, tampoco hay casualidad y la fibra artística, la tiene en ella. Una madre bailarina, un gusto para el teatro y la escritura, a los 23 años, se dirige decididamente hacia la imagen. Una pasión por las cosas antiguas y los objetos que cuentan una historia, este es el hilo conductor de su trabajo. A voluntad de los distintos temas y tratamientos, cada fotografía es una historia condensada. El artista abre puertas y no desea en ningún caso dictar lo que quiere que piense de sus imágenes, todos los interpretan con su propia subjetividad y su propio sentido. Un mundo acurrucado, con una estética cuidada o incluso adulta, que te llevará de la foto a las joyas antiguas (las joyas insectas… una pura maravilla). En resumen, un encuentro con un talento auténtico y una fantasía ilimitada. A descubrir absolutamente.