FEIRA DO RELÓGIO
Cerca del aeropuerto, una rotonda decorada con dos grandes relojes de pavimentado bicolores da aún su nombre, a pesar de viajar, a este enorme mercado donde es más prudente derrocarte en la masa, es decir: nada que brille y los billetes ocultos. Pasando la primera parte de las frutas y verduras más baratas que en cualquier otro lugar, sumerge en las ropas, los zapatos, el utillaje y el "todo y el gran". Del falso (cuidado con los perfumes), del verdadero siguiente a las llegadas, hay que tener el ojo, no pierdes nada sino la ilusión de haber hecho un excelente caso. Bajo las mesas y sombrillas: un crisol de comunidades: Gitanos, africanos, ucranianos… y portugueses desnutridos. ¡Aunque el mercado se convierta en apocalíptico por mucho viento o tiempo de lluvia está garantizado! ¡Pero desconfía de las falsificaciones!