MERCA - TUDO
Bien escondida en una calle minúscula que separa Largo do Conde Barão y Avenida D. Carlos I, es un cartel (fundado en 1922) ya legendario, que siempre gana los votos de un pequeño batallón de sabores y noctores entre dos edades. El nombre de la calle Merca-Tudo en el que se vendía todo, ya que en antaño hay varias tiendas achaldadas de mercancías, simplemente desembarcadas de los barcos en los muelles vecinos. A los mandos Guiomar y Amado, el alma de la casa, artista a sus horas, él, gafas y baccanas, ha viajado un tiempo viajando en Francia o en África para los negocios… En un supuesto antiguo local de carbón, dos bonitos salones recubiertos de sello. Primero una sala de entrada donde un gran elefante de madera desafía las caricaturas en tierra cocidas, mientras que la ventana alberga una vieja calculadora, paredes de hermosos azulejos históricos y un gran bar, magnífico, con vitrinas de ultramaruda llenas de buenas botellas y esculturas delirantes de cerámica, con vitrinas de tienda y luego, en el fondo, una un salón abovedado diferente en el que reina un mayordomo, un brin frío y poco causante, todo lo contrario de nuestros acogedores anfitriones que animan este auténtico lugar de vida. La música desfasada, francesa (Gainsbourg o Piaf) e italiana (yemié), una decoración increíble con experiencia y una iluminación íntima en la vela, contribuyen a una atmósfera muy particular. La clientela habitual varía según las noches, como la carta no muy amplia que mezcla platos típicos, portugueses o franceses, bacalao (varios preparados), carne de cerdo a la cilantro, cariles (currys) o incluso chile y cuscús. Es generalmente generoso (como la cocinera) y excelente, a modo de entrada a los arenscos del día, el atún cocinado casero o los caracoles sabrán perfectamente ponerle un apetito. Tampoco te pierdas las veladas tarot "Jantarot", mensual de Kimon, de la muy honorable escuela de idiomas Kosmus. ¡Inolvidable!