ANNE FRANK HUIS - LA CASA DE ANNE FRANK
Increíble museo, conmovedora memoria de un adolescente que nos hizo entender el horror de la guerra mejor que nadie....
Fue aquí donde los Frank encontraron refugio tras huir de Alemania en 1933, y donde vivieron totalmente escondidos a partir de 1941, rodeados de unos pocos amigos, entre ellos el matrimonio Van Daan, también amenazados de muerte por las redadas diarias de judíos. La historia de esta vida oculta, registrada día a día por la joven Ana Frank en su conmovedor diario, dio la vuelta al mundo y se convirtió en el símbolo de la inocencia asesinada. Tuvo un trágico final el 4 de agosto de 1944, cuando la familia Frank y sus compañeros de infortunio -ocho personas en total- fueron detenidos por denuncias anónimas y deportados a los campos de exterminio. Ana y su hermana Margot murieron de tifus en Bergen-Belsen en marzo de 1945, y sólo Otto, el padre, sobrevivió. Para conmemorar este trágico destino, pero también para responder a la fuerte presión pública, esta casa se salvó de la demolición y permaneció en gran parte intacta, como congelada en el umbral de un momento de horror insalvable.
Abierta al público desde 1960, la casa está dividida por un patio interior, con la voorhuis en la parte delantera y laachterhuis en la trasera. En las plantassegunda ytercera de laachterhuis, Otto Frank instaló un escondite improvisado, compuesto por tres habitaciones y un desván al que se accedía a través de una estantería giratoria. Por la noche, todas las ventanas estaban cubiertas con lonas negras, una práctica impuesta a los habitantes de Amstelloden por los alemanes para impedir que los aliados encontraran el camino. La absoluta desnudez del lugar refuerza la sensación de vacío y ausencia de sus últimos ocupantes. En el dormitorio de Ana Frank, sobre el descolorido papel pintado, aún pueden verse algunas fotografías de estrellas de cine recortadas de revistas de la época, pequeñas ventanas a los sueños y a la inocencia en un mundo brutal al borde del colapso. La familia Van Daan vivía en el piso superior. Una pasarela, instalada después de la guerra, conduce a la casa delantera, sede de la Fundación Ana Frank para la lucha contra el racismo, que dispone de varias salas con diversos documentos y fotografías sobre este tema. El diario de la joven está disponible en varios idiomas. Este museo conmemorativo ha adquirido una importancia inconmensurable con el paso de los años, y por término medio tiene las colas más largas (en términos de tamaño, no de longitud, afortunadamente) de todos los museos de los Países Bajos. Un lugar muy conmovedor...
Une visite a réserver par internet absolument
A voir par les jeunes générations: oui, ça a existé! Pus jamais ça!!!