VOLCÁN SAN ANTONIO

Se puede reconocer su vasto, profundo, circular y negro cráter, nacido en 1677-1678 de una erupción. A sus pies, sobre la arena negra, crecen las viñas que producen el vino de teneguía y malvasía de La Palma. Después de una breve visita al centro de visitantes, donde se puede ver una película sobre los volcanes en italiano, alemán y español, se llega al cráter. El lugar es bastante turístico y puede haber mucha gente, pero es muy impresionante. Un sendero sube hasta el cráter, que alcanza los 657 m, y lo rodea. Los bordes son particularmente ventosos. En las laderas interiores, el negro se mezcla con tonos rojizos y amarillentos con depósitos de azufre en algunos lugares. En el corazón del cráter, hay muchos árboles. Desde el labio sur de San Antonio, la vista se hunde hasta su pequeño vecino, el volcán Teneguía, con sus crestas de color rojo vino. Al fondo se puede ver el extremo sur de la isla, el faro y las salinas. Más allá de la punta, el mar está claramente cortado en dos por una línea recta, casi de norte a sur, que extiende la silueta alargada de la isla hacia el océano: al oeste el mar es suave y al otro lado su superficie es blanda. A lo lejos, El Hierro, La Gomera y la silueta de La Fortaleza y, si el cielo está despejado, Tenerife y el Teide.

El centro de interpretación ofrece proyecciones de vídeo, exposiciones fotográficas y diversas informaciones sobre el volcán.

Una excursión al borde del volcán de San Antonio también es posible a lomos de un camello.