BRASILEIRINHO
leer másEste pequeño bar restaurante brasileño, con su terraza situada en la cima de una vieja escalera de piedra que da a la calle Princesa, ofrece todas las mejores especialidades de Brasil. Una buena dirección, aunque los precios por tapa son un poco elevados (5 euros).
EL INTI DE ORO
leer másEste es el lugar al que hay que ir para probar la cocina peruana en la capital Y su fundador, León Carrillo, sabe de lo que habla, ya que lleva deleitando a sus comensales (muchos de ellos madrileños) desde 1991. La acogida es cálida y amable, y las cigalas, en todas sus formas, son especialmente buenas. La carta también incluye buenos ceviches y excelentes vieiras gratinadas con parmesano. Una auténtica delicia El restaurante de cocina peruana más importante de Europa también tiene establecimientos en Callao y Castellana.
A BRASILEIRA
leer másUno de los mejores restaurantes brasileños de la ciudad y todo el mundo lo sabe. Hay que llegar temprano para tener una mesa. Los platos a base de arroz son especialmente buenos. Por la noche, es un buen lugar para tomar cócteles.
LA TAQUERÍA DEL ALAMILLO
leer másEscondida en un rincón de una platija, detrás de los follajes, la Taquería del Alamillo es un restaurante mexicano muy famoso, abierto por Rita, que prepara platos de su país natal. No te limites a la carta y pidas platos del día.
LA CABAÑA ARGENTINA
leer másAmigos carnívoros, ¡ésta es una dirección que no deben perderse bajo ningún concepto! Además de recibirte con una sonrisa, esta parrilla (restaurante especializado en carne a la brasa) hace honor a Argentina asando sus deliciosos trozos de carne en una gran barbacoa a la vista de todos. Es un poco caro, pero la calidad está ahí. Lo mejor es ir por la noche, cuando hay más gente y el ambiente es estupendo. El establecimiento tiene una segunda dirección, justo enfrente, en la calle. Se recomienda encarecidamente reservar los fines de semana.
EL INCA
leer másFue el primer restaurante peruano que se trasladó a Madrid y ha mantenido su estilo, calidad, precios y clientes habituales. La recepción es amigable y el local está decorado con símbolos incaicos. Después de uno o dos pisco sour como aperitivo (bebida alcohólica andina), la habitación parecerá más luminosa que antes. El ají de gallina se recomienda para los que no les gusta el picante, para los demás, el picante de camarones. Otras especialidades centroamericanas y andinas como el ceviche y los tamales están en el menú.