LA CURE GOURMANDE
La cura gastronómica, cuyo cartel nos lleva a los años 1950-1960 en el tiempo bendecidos de los ultramarinos de barrio, de las galletas, de las "azucareras" y de las bonitas cajas de hierro blanco que contienen tesoros perfumados, ofrece una de estas gotas gastronómicas. Una tienda nostálgica para los más grandes que tienen la sensación de entrar en un "eco-museo" donde uno se sirve a ti mismo; una boutique milagrosa para toda la familia que no sabe dónde dar de la cabeza tanto las tentaciones en esta magnífica decoración. Encima y dentro de los muebles de madera maciza, de las cajas de metal por centenares con colores de bonbones que contienen tantos tesoros. Sólo mencionar las galletas, las maravillosas cabañas (cotas fabricadas a mano en una multitud de perfumes), las aceitunas de chocolate, las frutas berlandas de Balaruc-les-Bains, la lanzadera aromatizada a la flor de orar, las amanadas, el limón, la vainilla o la garnia de pepitas de chocolate, mantecaos (vendedores típicos de la región langueana)… saliva de placer. Además, hay que hablar de los filetes, de los caramelos, de las calizas y de los chocolates… Es mucho más que una cura gastronómica que se realiza en cada visita, es el placer que se comparte. Tanto más cuanto que la acogida es adorable en cada una de nuestras visitas.