LA GERBE D’OR
El pan es una historia de amor a la que el panadero debe dejar tiempo para levantarse, cocer, crujier para sacar sus más bellos aromas bajo nuestro diente. Esta pequeña panadería de centro de la ciudad es, con razón, la mejor fama de Viena, ya que los panes que encontramos poseen todo este amor que marca la diferencia de gusto y textura. Nos encanta este pan al levain natural que nos recuerda estos panes de antaño tan fundados y tan sabrosos. No se cansa de descubrir todas las variedades de panes propuestas con un Delphinois, un pan de campaña, panes aromáticos que salpican nuestro sábado del mercado con un pan con hierbas de Provenza, otro "barbacoa" o un "beaujolais rosette" embriagador a su manera. Los panecillos, los chismes, los macarrones, las tartas limón y los sándwiches caseros son buenos motivos para volver a probar la felicidad de esta Gerbe d'Or en la que la acogida sigue sonriendo.