Restaurante que ofrece una cocina colorida, sencilla y de buen gusto en Saint-Rémy.
En pocos años de existencia, Marilyn ha logrado construir una clientela fiel, seducida por la frescura de los productos procesados. Este restaurante de paredes oscuras ofrece una cocina colorida, sencilla y de buen gusto, bien preparada. El chef prepara platos clásicos pero los presenta con especial cuidado. Futé disfrutó de una terrina de queso de cabra Saint-Rémy con tapenade y salsa de tomate y un lomo de bacalao con espárragos y crema de leche de azafrán. En cuanto a los postres caseros (samoussas de piña y chocolate con avellanas, charlotte de fresa local, verbena crème brûlée), aportan un toque final muy agradable a la comida. Junto a la colegiata de Saint-Martin, una buena dirección en Saint-Rémy.
Un cadre agréable
Le prix un peu élevé
Après une mise en bouche, un millefeuille de foie gras de canard maison (superbe composition), Noix de st Jacques snackées sur
lit de poireaux(superbe), un chapon farci( une merveille), pour finir ce merveilleux repas le "Tiramisu".
Dans une ambiance cosy, un bon service, une super cuisine, tous les ingrédients pour un bon réveillon de Noel.
Nous recommandons ce restaurant.