Restaurante-cantina familiar que ofrece cocina tradicional, platos sencillos a precios asequibles.
"Fleur de Sel" es una pequeña institución en el distrito 6, un "restaurante escondido", como lo llaman los habituales. Situado en una pequeña calle perpendicular a la rue Breteuil. Asiduos que conservan fielmente la dirección de este restaurante-cantina. Mamá en la cocina, papá en la caja y su hijo Maxime en el comedor; un restaurante familiar que funciona desde hace 12 años y ofrece cocina tradicional en un ambiente de bar de carretera. Los propietarios son restauradores, pero también cazadores de gangas, y cuidan mucho su interior: buffets rústicos, manteles de Vichy, chucherías, platos de esmalte. El local es pequeño, encantador y acogedor. Cada mediodía es una comida familiar. Dos comedores para disfrutar: la cocina o el comedor. En la carta, platos sencillos, buenos y sin complicaciones: pizzas royal, de jamón y queso o de anchoas, brousse de tomate al pesto o de jamón al roquefort y ensaladas Niçoise y Ocean, entre otros clásicos. En esta ocasión, el plato del día fue un ceviche de dorada servido con una ensalada crujiente De postre, de nuevo los grandes clásicos con placer y nostalgia: macedonia de frutas, flan de huevo, charlotte de pera. Servicio rápido, precios asequibles y comida sabrosa en un lugar auténtico; ¡venga y disfrute!
Bon Rapport qualité-prix
Gentil accueil
Déco rétro bien sympathique
Nous nous sommes régalés du cocktail aux desserts
Nos invités nous en parlent encore un mois après !
Succulent ! Et un service impeccable ! Tout le personnel a été au top !
Moins :
Cacio e pepe - Pâte pas du tout salé et un peu trop cuite avec pas assez de sauce. Sans saucisse ce plat sera immangeable.
Service - on a à peine eu l’ardoise quand un deuxième serveur vient nous l’enlever car «c’est la seule du restaurant et il y a une table de cinq qui en ont besoin». Peut-être juste un cas isolé?
Peut-être pas mal pour déjeuner si vous travaillez à côté, mais ne vaut pas la peine de venir exprès.