Deliciosa comida fresca en un restaurante en el corazón del barrio antiguo de Marsella.
A primera vista, este restaurante no parece gran cosa. Casi se puede pasar por delante sin verlo. Sin embargo, empujar la puerta de este establecimiento en el corazón del barrio de los anticuarios de Marsella merece realmente la pena. El menú no es largo, pero la lista de platos ofrece productos frescos y deliciosos. Plato de embutidos, ensalada de panisses y caviar de berenjena, ensalada de melón, jamón de Bayona y verduras crudas, filete de maruca caponata, wok de ternera y verduras con salsa teriyaki... Se aleja de la cocina tradicional lionesa "bouchon" que ofrecía Rosemonde, pero el menú evoluciona según las estaciones. En verano es más ligero De postre, el pequeño brownie de coco no te decepcionará.
Les plats sont appétissants et copieux.
N'hésitez pas à venir essayer