EL PUERTO VIEJO Y SU ZONA DE SOMBRA
El famoso Puerto Viejo ha sido remodelado, con una sombrilla gigante que ofrece una vista más amplia y original del paseo marítimo.
Corazón palpitante de Marsella, el Vieux-Port es el centro neurálgico de la ciudad desde su fundación. Según la leyenda, fue aquí donde los griegos de Focea desembarcaron en la ensenada de Lacydon y fundaron Massalia en la orilla norte (una placa en el suelo frente a la Canebière). La gente viene aquí a comprar pescado por la mañana, cuando los pescadores montan su típico mercado, a pasear, a hacerse selfies con los amigos, a coger el autobús lanzadera a Frioul, a hacer un crucero a las Calanques y a comer helado en familia. Desde 2013, su metamorfosis lo ha convertido en un lugar más humano, con más espacio para los peatones y la cubierta de sombra diseñada por Norman Foster, que es un espectáculo bienvenido en pleno verano. El Puerto Viejo ofrece un magnífico escenario que es visita obligada durante su estancia. De cara al puerto, tómese su tiempo para apreciar el amplio panorama, con la Bonne Mère a su izquierda y el barrio del Panier a su derecha. Es muy recomendable dedicar tiempo a pasear por la zona para admirar los monumentos (el ayuntamiento, la iglesia de Saint-Ferréol les Augustins, la Criée, etc.). Los menos aventureros optarán por el transbordador para acortar la distancia a la mitad. Hay muchos buenos miradores sobre el puerto, sobre todo desde Fort Saint-Jean o desde el mirador frente a la iglesia de Saint-Laurent. Numerosas tiendas y restaurantes.