EGLISE SAINT-SAVINIEN

Es uno de los lugares que no hay que perderse en este bonito pueblo de la Saintonge d'Or, que ofrece además una deliciosa vista de los tejados de los barrios y del río contra el que se acurruca la ciudad. Construido entre los siglos ^XII y ^XIII en piedra local, el monumento ofrece una mezcla de estilos gótico y románico. Dañada durante la Guerra de los Cien Años, la iglesia se distingue por la sobriedad de su fachada, formada por un gran portal de cinco arcos enmarcado por dos vanos ciegos. El lugar es magnífico, tanto por su arquitectura como por su mirador.