ÉGLISE SAINTE-ÉLISABETH
En la esquina de la calle de Lannoy y de la calle Henri Lefebvre, se levanta de toda la reina de su estilo romano-bizantino… la bonita iglesia Sainte-Elisabeth, así llamada en recuerdo del Hospital Sainte-Elisabeth, fundada por Isabeau de Roubaix. Esta iglesia es un perfecto ejemplo del urbanismo del siglo XIX, donde se construyeron barrios enteros y se construyeron alrededor de una iglesia. En 1858, una rica viuda donó terreno al municipio, que decide erigir una iglesia, una rectoría y escuelas. Inaugurada en 1863, la iglesia se convertirá en el punto de referencia y salida de un barrio desarrollado en parte gracias a Alfred Motte, el hermano de Louis (el mismo que ha erigido la imponente Fábrica Motte-Bossut), que quiere desarrollar la actividad industrial. El barrio va a experimentar un auge muy rápido y la iglesia va a tomar cada vez más importancia hasta convertirse en una verdadera parroquia. La iglesia, todo de ladrillo y simetría en el exterior, contiene auténticas obras de arte, empezando por el Grand Orgue inaugurado en 1897. Pero es sin duda el Maestro Autel de mármol blanco el que atrae más la mirada. Y justo al pie del altar se encuentra un banco de comunión, también de mármol blanco, y que lleva una inscripción en letras de oro «En la memoria del Sr. Alfred Motte-Grimonprez». Este banco es un regalo de la viuda de Alfred Motte. Este regalo no es sorprendente y hace referencia a un incidente ocurrido en el funeral del industrial. Había tanto mundo que el banco de madera no resistió y se rompió. Con su torre cuadrada, la iglesia Sainte-Isabel ha impuesto su presencia a lo largo de los años y sigue siendo hoy una referencia esencial del barrio.