Este parque Bel Air de Tarbes es un remanso de paz, famoso por sus tamarindos y su zona de juegos infantiles.
Este remanso de paz, totalmente conservado, es uno de los lugares verdes que dan encanto a Tarbes. La calma y la serenidad reinan al pie del inmenso cedro del Líbano, que eclipsa con su majestuosidad a los demás árboles, algunos de ellos centenarios, como el tamarisco. Originalmente adosada a la Villa Bel-Air de 1860, su superficie se ha reducido en dos tercios. Pero el parque sigue siendo uno de los principales de la ciudad, con un césped central frente a los Pirineos. El parque infantil también lo convierte en un lugar privilegiado para las familias.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
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Opiniones de los miembros sobre EL PARQUE AÉREO DE BEL AIR
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Beau petit château.