L'ÉTABLE DE RAMOUN
Antes incluso de entrar en la tienda, el establo instalado al borde de la fachada te hace una llamada gastronómica: quesos, charcutería, pasteles con broche y pasteles de los Pirineos, no se resiste. En el pueblo no se sabe desde cuándo en Ramoun existe y todo el mundo estaría tentado de decir desde siempre. No se equivocaría, el cartel se fundó en 1799, ya es una escasez. Desde entonces, la calidad nunca se ha desmentido y es muy simple, todos los florones de la gastronomía local están presentes. En el interior, la mente está en el paradero de la montaña, hay un poco de todo y en todas partes el delial es para los ojos. Los enormes quesos de vaca, oveja, cabra o mixta son impresionantes. En el corte no se sabe cuál elegir, no dude en pedir asesoramiento. Salciones de cerdo, pato o pimiento de Espelette, chorizo, serrano, nuez de jamón: las judías targaban a los platos cocinados como la garona del país, el cascabel o la delbe, es un festival de sabores. Foies grasos y confitados están, evidentemente, allí y las rayas azucaradas desbordan las delicias, abriendo la miel a las confituras pasando por los pasteles locales. Es un ineludible,¡un verdadero!