LE GYPAÈTE
Decoración rústica para el comedor, fuego de chimenea para los más fríos, biblioteca para los curiosos, en modo dormitorio para los amigos, en un pequeño nido acogedor en el anexo para los enamorados y terraza para todos: hay para todos los gustos en el Gypaeta. Este hotel se inauguró en 1997 y conserva el carácter de la bella arquitectura local con sus piedras vistas. El ambiente interior es agradable y acogedor, magnificado por la madera y los muebles trabajados. De todos modos, cuando pases cerca, los olores procedentes de la cocina te invitarán a cruzar el umbral de la puerta. Y si entras, tendrás toda la razón porque la cocina casera realizada con productos del crudo, en la buena tradición pirenaica, es copiosa y podrás degustar la garona, las patatas fritas caseras, la delpa de buey, las ensaladas, la cruda de los arándanos o el excelente pastel de chocolate preparado con cuidado y gusto. También hay habitaciones de 5 a 7 camas. El único inconveniente es que los wc están en el rellano, pero en vista del precio de los alojamientos, es realmente uno de ellos.