LA SOURCE DU BAGNET
Campan es un pueblo donde nada es nunca lo que se cree. Se puede imaginar tranquilamente que está repleto de leyendas, lo cual es clásico, en sus callejuelas de las muñecas te saludan… Cómo imaginar que cuando una fuente sale de tierra, puede ser de otro modo que mágica. Algunos lo creyeron, lo suficiente para soñar un desarrollo grandioso de la ciudad. Evidentemente, empecemos por el principio con una oveja enferma que iba a beber cada día un agua extraña, de color malo… a menos que haya sido un perro. El sabor no era común, es la única certeza y si fuera simplemente sulfurosa, se la deccreó extraordinaria o milagrosa. Incluso habría podido surgir una ciudad termal si Bagnet de Gripp no hubiera sido destruida por avalanchas. Este destino distendido no impidió un nuevo interés por la fuente en 1920, pero esta vez la Academia de Ciencias puso la pata. Hoy nada le impide ir a probar por usted mismo esta agua amarilla, idealmente templada a 15 grados, si es temeraria…¡Dicen que las enfermedades de piel y las laringitas no sobreviven!