Bar tradicional hawaiano que ofrece comida callejera fresca y sabrosa con una proteína a elegir.
¡Rumbo a las Islas de Sotavento! No del todo, porque este poké bar combina la tradición hawaiana con la fresca y sabrosa comida callejera japonesa. Como viene siendo habitual, uno compone su cuenco eligiendo una base (arroz, arroz integral, fideos, arroz avinagrado), luego añade la guarnición que prefiera (pescado, gambas o pollo) y lo completa con verduras, hortalizas crudas, hierbas y salsas. Los postres japoneses son muy tentadores, y sería una pena no probar un mochi helado de té verde o mango, que es una auténtica delicia. Se puede comer dentro o llevarse el festín. El local, sencillo y sin pretensiones, es agradable, al igual que la acogida.
Les quantités étaient plus que suffisantes et les poke très bon !