Cómo llegar y contactar

Sin duda, una de las más bellas abadías cistercienses, que alberga una colección única de 300 obras maestras del arte europeo.
Fundada en 1151 en el valle de Baïse (por monjes de Escaladieu, en tierras cedidas por los benedictinos de Condom), la abadía de Flaran es una de las mejor conservadas del suroeste de Francia. Marcada por las vicisitudes de la historia, vendida durante la Revolución y prácticamente desmantelada a principios del siglo XX, el emplazamiento fue adquirido por el departamento de Gers en 1970, que emprendió una intensa campaña de restauración. Designada "Grand Site Armagnac, Abbaye et cités" por la región de Occitanie, la abadía es un hito cultural y patrimonial. Alberga el Centro Departamental de Conservación del Patrimonio y Museos, que desarrolla una amplia gama de actividades culturales durante todo el año, con un rico programa de eventos y exposiciones temáticas que presentan todas las formas de arte, incluida la fotografía de autor.
Los edificios monásticos y los jardines, situados en el corazón de un parque en un entorno natural protegido a orillas del río Baïse, ilustran perfectamente un conjunto cisterciense de los siglos XII y XIV, rediseñado hasta el siglo XVIII. El claustro, con sus piedras blancas y desnudas, sus hojas de agua y su vegetación, acaba de salvarse de acabar en el famoso museo The Cloisters de Nueva York.
Expuesta de forma semipermanente (según el programa), la excepcional colección Simonow presenta obras originales de artistas de renombre, representativas del arte europeo de los siglos XVI al XXI. Contribuye en gran medida a la reputación de la abadía.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
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Opiniones de los miembros sobre ABBAYE DE FLARAN
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
La France chrétienne et son patrimoine, 1000 ans d'histoire, 1000 en de Moyen Âge, que nos ancêtres ont bâtis de leurs mains, vaillants, dans la sueur, la peine, au prix de leur vie parfois. De générations en générations, savoirs-faire transmis, amour du travail bien fait, fierté personnelle, orgueil professionnel...
Immense admiration pour notre patrimoine religieux, agricole, royale, artisanal, technique, que le monde entier nous envie ! Préservons la foi en notre pays, n'oublions pas d'où nous venons, qui nous sommes, qui sont nos anciens, qu'ont-ils fait pour nous, qu'ont ils légué, traversant le temps et les siècles, bâtisses toujours debout à la fière allure, quand des bâtiments plus récents eux, sont déjà déconfis et moroses. Osez la France !
La beauté du site,l’exceptionnelle érudition d’Emma la guide,la qualité des œuvres exposées……un après midi hors du temps.