RIGUECOOP
Cuando la antigua conservera de Riguepoco cierra sus puertas en 2014, es un golpe de masajismo que los trabajadores se niegan a recibir. Aunando sus fuerzas, esos ardientes defensores del pato montan una sociedad cooperativa de interés colectivo y, desde hace un año, Riguecoop sigue llevando los conocimientos secular. Una iniciativa que permite conservar una economía portadora para el pueblo, al tiempo que ofrece a los golosos la posibilidad de descubrir productos de la región de calidad: magret, hígado fresco, varios confitados, salchichas, productos desecados… y conservas de calidad como las riletas, el pastel y la vez grasa. Todos están certificados de las granjas locales, auténticos y sabrosos como sólo los Gers tienen el secreto de fabricación… y es directamente productor al consumidor, pasando por los conocimientos únicos y artesanales de Riguecoop. Un espíritu que nos seduce y que le recomendamos encarecidamente.
Une très bonne équipe très accueillante...
J'y retourne!!!