AZUL DE LECTOURE

A partir del Renacimiento, el suroeste de Francia inició una producción intensiva de Isatis Tinctoria, es decir, de hierba pastel, una planta que, machacada y fermentada, da un vibrante color azul como ninguna otra. Gascuña se convirtió entonces en tierra de Cocagne, denominación francesa que se refiere a la hierba pastel. A partir de entonces, Toulouse se erigió en el corazón de un floreciente comercio europeo, al menos hasta el descubrimiento del índigo y, lo que es peor, de los tintes sintéticos. Afortunadamente, se organizó una pequeña resistencia que permitió que el azul conocido como Lectoure sobreviviera en el país. Aquí descubrirá la historia del pastel y su proceso de transformación en tinte natural. Esta fábrica, fundada en 1994, estuvo a punto de cesar toda actividad y desaparecer en 2016, antes de ser salvada en el último momento y renacer como un ave fénix bajo la batuta del antiguo propietario y de dos de sus empleados implicados en su conservación. Apasionados y decididos a salvar una herramienta y valorizar el saber hacer local, metieron en la aventura a un agricultor que sigue produciendo la planta tintórea. Trasladaron su taller a la entrada del pueblo y desarrollaron una gama de productos ecológicos. En su tienda se puede encontrar una amplia gama de ropa, bufandas, jabones, productos de belleza y pinturas, todos ellos, como se puede imaginar, con el azulado pigmento natural como denominador común. Gracias a Henri, Cécile y Séverine por mantener viva la tradición del azul pastel de Lectoure.