MICROPOLIS, LA CIUDAD DE LOS INSECTOS
Un lugar único dedicado a los insectos, donde podrá descubrir un mundo extraordinario a través de una escenografía.
Micropolis es un lugar único lúdico y pedagógico, dedicado a los insectos. Este emplazamiento, creado gracias al impulso de la película Microcosmos, rodada en la región, también está dedicado al entomologista Jean-Henri Fabre, en Saint Léons, ciudad natal del científico. Micropolis es un museo dedicado al insecto. Calcule unas tres horas para la visita. Aquí todo está organizado para que los niños y adultos descubran este universo extraordinario gracias a una puesta en escena excepcional, a medio camino entre museo y parque temático, que contiene quince espacios temáticos e interactivos. Micropolis alberga también el Carnaval de los Insectos, un paseo al aire libre que propone un recorrido señalizado con esculturas gigantes de insectos y una sala que invita a la biodiversidad. La Ciudad de los Insectos: película en 3D de unos quince minutos sobre la forma en que los insectos se comunican y un espacio dedicado a las plantas carnívoras. Cada año se montan nuevas animaciones y ofertas.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
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Opiniones de los miembros sobre MICROPOLIS, LA CIUDAD DE LOS INSECTOS
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Le musée est un peu moins prévu pour les tout-petits. Il y a quelques terrariums à l'entrée ainsi qu'un ensemble de fourmilières et des ruches, mais tout le reste ce sont des insectes morts exposés. Les présentations sont sympas, mais plus adaptées aux plus de 5 ans je pense. On a assisté à la présentation "au cœur de la ruche", c'était très pédagogique et intéressant, même pour des enfants de plus de 5 ans.
On avait notre poussette. Le parcours extérieur est faisable avec malgré quelques escaliers d'une dizaine de marches qui obligent à porter la poussette.
A l'intérieur du musée il vaut mieux que la poussette ne soit pas trop encombrante car les passages sont exiguës. Il y a des ascenseurs pour PMR empruntables en poussette pour changer d'étage. Par contre on loupe quelques parties de l'exposition qui se trouvent dans des escaliers.
Notre seul gros point noir fût du côté de la restauration : le restaurant de Micropolis recevant un groupe de 35 personnes n'était pas en mesure de s'occuper de beaucoup plus de monde : il y avait plus d'une dizaine de tables de libre à 12h35 mais on nous a demandé de revenir au service suivant (13h30) pour manger. Je précise que nous étions le vendredi de l'Ascension. Il vaut donc mieux prévoir son pique-nique.