CAVE RUTHENE

Abierto de lunes a viernes de 8:00 a 12:00 y de 14:00 a 19:00; sábados de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 19:00. De martes a sábado: 9h15-12h15 y 14h15-19h15 para la boutique de Rodez.

Fue en las alturas del pico del Aveyron, a finales de los años 50, donde comenzó la historia de los vinos Bonnefous. Tras una serie de actividades profesionales, André dirigió el café del pueblo y se convirtió en el comerciante de vino habitual del pueblo. Intuyendo que el comercio del vino podía ser interesante, él y su hijo, que comparte el mismo nombre de pila, André, se embarcaron en este negocio durante varios años. Mientras el padre volvía a dirigir el café de la Monastère, André, conduciendo su pequeño camión, seguía recorriendo las carreteras de la región del Aveyron, entregando vino de mesa directamente de sus barricas a los particulares y a las pequeñas empresas de los pueblos, y más tarde en botellas, que rellenaba cada día en su bodega.

Al crecer la demanda, André decidió que era el momento de invertir y asegurar el futuro de su familia. En 1964, compró un almacén en el centro de Rodez, en la calle Combarel. Se trata de un lugar muy estratégico en aquella época, paralelo a la arteria central de Rodez y frente al hospital. También invirtió en una línea de embotellado para automatizar su actividad.

Unos años más tarde, en 1977, compró las paredes del restaurante contiguo al almacén. Esto le permitió abrir por fin una tienda, recibir clientes particulares y ofrecer otros vinos ya embotellados por viticultores de toda Francia.

El año 1989 fue un punto de inflexión para la empresa. Se estaba estudiando una zona comercial en las afueras de la ciudad de Rodez, y André aprovechó la oportunidad para construir un almacén y una segunda tienda. Al mismo tiempo, se crea oficialmente la empresa con el nombre de Cave Ruthène. La capacidad de almacenamiento era mucho mayor en estos nuevos locales, se añadieron nuevas referencias y al mismo tiempo se desarrollaron las ventas y entregas a profesionales.

Cinco años después, Pierre Bonnefous, hijo de André, se incorporó a la empresa familiar. En 2006 se amplió la estructura de Moutiers y en 2016 se rediseñó completamente la histórica tienda de la calle Combarel.

Con más de 60 años de existencia, la Cave Ruthène cuenta con 15 empleados y, tras haber conquistado sus tierras del Aveyron, da ahora sus primeros pasos en la red.