CASTILLO DE MONTSÉGUR
Uno de los castillos imprescindibles de Ariège, meca del catarismo, movimiento cristiano medieval que rechazaba el dogma de la Trinidad
Venir a Ariège y no ver Montségur podría llevarle a la hoguera. Nos encontramos aquí ante el enclave principal del catarismo. Situado en su montículo, a 1.207 m de altitud, el castillo domina el encantador pueblo y los valles circundantes. La subida al castillo merece la pena (se requiere un buen calzado), pero no se eche atrás durante los primeros cinco minutos, que son especialmente agotadores. Una vez que se ha llegado a la llamada estela de los quemados, la subida es mucho más agradable, en un sotobosque más o menos fresco. Desde el castillo las vistas son impresionantes. La visita guiada por Fabrice Chambon es fantástica. Seamos realistas, sólo quedan cuatro muros en Montségur. La habilidad narrativa de este académico dará vida a este austero y trágico lugar. Acabarán oyendo los ruidos de batallas y también se dará cuenta de que este castillo no era sólo un edificio militar, sino también un lugar de vida y, sobre todo, un lugar de resistencia ante la opresión y la invasión. Hicieron falta once meses de asedio para que esta fortaleza de vértigo cayera bajo el yugo de los nobles del rey de Francia. Visite también el museo histórico y arqueológico para descubrir cómo vivían los habitantes del castillo.
L'histoire du château raconté par le guide était pleine de nouvelles connaissances pour moi et très émouvante.
Dommage de ne pas étudier un peu plus cette partie de l'histoire en classe.
N'oubliez pas de faire le musée au village également ou il y a de très belles maquettes du château.