CHEZ FRANCOISE BLEU
Contiguo al restaurante, la tienda de Monique, la madre de la Françoise, se parece a las pequeñas tiendas de antaño: mil y un tesoros que reavivan las papilas, dispuestas en estanterías que cubren todas las paredes. Aquí los ojos se aplacan y los sentidos se despiertan ante recetas locales y caseras: el Mounassou, el budín o la salchicha seca, los quesos del país, los pasteles con nueces, los crepes… las delicias en bonitos acondicionamientos que te ponen el agua en la boca. Las conservas son caseras. Allí encontrarás los buenos quesos refinados y los recetas que se muestran en las mesas de su restaurante. Es la tienda ideal para traer un recuerdo sabroso y recordar en boca el gusto de la comida tal vez justo antes. No te pierdas la cesta gastronómica, un regalo que siempre es agradable.
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