ABADÍA DE AUBAZINE
Descubra esta magnífica abadía cisterciense del siglo XII, alimentada por un excepcional sistema hidráulico -el Canal des Moines- y fundada por Étienne d'Obazine, que se retiró como ermitaño hacia 1125 a los bosques que cubren el espolón sobre el que hoy se levanta el pueblo. La abadía alberga numerosos tesoros, entre ellos una colección de vidrieras cistercienses del siglo XII y un campanario octogonal único en su género, de estilo lemosín. Su sobriedad arquitectónica es una referencia en el arte cisterciense.
Hoy en día, puede realizar una visita guiada por la abadía para descubrir sus edificios conventuales, dispuestos en torno al claustro y su fuente monolítica: el dormitorio con su impresionante suelo de adobe, el scriptorium y la sala capitular con sus armoniosas bóvedas, la cocina con su imponente chimenea, la terraza con vistas al estanque (recientemente restaurado) por donde desemboca el Canal des Moines..
Descubra la historia y la importante influencia espiritual y económica de la abadía de Aubazine en el Macizo Central (los quesos de Cantal deben mucho a Aubazine) y en el Suroeste de Francia. en el siglo XIX, la abadía de Aubazine, entonces un orfanato, fue también un lugar de inspiración para una de sus famosas residentes, Gabrielle Chanel, que extrajo su estilo refinado y atemporal de la sobriedad de la abadía. Fíjese sobre todo en las vidrieras cistercienses de la iglesia: de aspecto muy sobrio, estas vidrieras están formadas por motivos geométricos que inspiraron las dos letras "C" entrelazadas del logotipo de Coco Chanel.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre ABADÍA DE AUBAZINE
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
A conseiller, le petit salon de thé accolé a l'accueil du site.
Je recommande vraiment cette visite.
Le jardin du cloître est une merveille et je salue les petites mains qui oeuvrent à créer pareil enchantement pour les sens . Ils restituent la sérénité voulue par et pour les moines .
La visite a été assurée par un bénévole passionné et passionnant qui nous a partagé avec générosité , l'odyssée d'Etienne et de ses cisterciens , l'aventure non moins intéressante du monastère féminin du Coyroux .
Une parenthèse enchantée que je recommande , sans oublier de faire un geste pour les amoureux de l'abbaye qui nous en permettent la visite et de signer le livre d'or .
En repartant , je conseille de faire une pause à la chapelle byzantine de rite melkite .
J'y ai connu un ébranlement spirituel tant une Présence s'y ressent , quasi palpable .
Ensuite, il faut absolument aller voir le canal des moines, quel travail de força.