LE MAS FLEURI
Alojamiento con piscina en un parque con árboles inmensos.
Situado a 5 minutos a pie del centro de la ciudad, un poco retirado de la carretera, al mismo aparcar, uno se siente seducido por la belleza salvaje del parque de árboles inmensos en el que anidan el hotel y la piscina. Puede que el edificio no sea de primera generación, pero no importa, derrite su encanto y la calurosa bienvenida no hace más que intensificar tal sentimiento. Otra sorpresa es la grandeza de las habitaciones, que disponen de camas cómodas y están equipadas con televisor de pantalla plana, una pequeña nevera, un escritorio y cuarto de baño con aseo separado. La decoración es un poco anticuada, pero el conjunto está muy limpio y a un precio muy razonable. Lo mejor es sin duda sus preciosas terrazas que se abren al parque. Y cuando llega la hora del desayuno, que se toma en una bella masía contigua al edificio principal, no disgusta este copioso bufet. El hotel no tiene restaurante, pero el gerente da gustosamente sus mejores referencias en los alrededores. No podemos más que recomendarle el Mas Fleuri, que será un punto de partida ideal para hacer senderismo o simplemente para disfrutar plenamente de un sereno descanso al pie del Canigó.