LE PETIT CATALAN
Gris pequeño o gris grande, ambos son el orgullo de los catalanes. Aquí en el Rosellón, como en toda Cataluña, el caracol es inseparable de la cultura y la gastronomía (es un pleonasmo en el Sur), y "después de más de tres años de esfuerzo, selección y pasión, he conseguido crear la única verdadera granja de caracoles orgánicos en Francia. El pequeño catalán es un caracol de carne blanca como la nácar, especialmente tierna y sabrosa", comenta Gilles. Este antiguo horticultor puede estar orgulloso de su pequeño gris porque no sólo es delicioso en salsa o en la parrilla, sino que también es el único caracol que no tiene caracol. En la boca, ¡lo cambia todo! Recordemos también que no babea mucho. Al degustar sus caracoles, podrá redescubrir los placeres de antaño. Si te interesa la primera proteína consumida por los humanos o una de las bases de la famosa dieta cretense, Gilles te invita a conocerlo en la granja con cita previa, verás, es un hombre apasionante que puede pasar horas hablando contigo de sus pequeños bebés.