CASA XANXO

La Casa Xanxo es una de las pocas casas góticas que quedan en Perpiñán, con una fachada de ladrillo de veinte metros. El acaudalado pañero catalán, Bernat Xanxo, la mandó construir en 1507 para reflejar su éxito comercial, y la decoró con numerosos retratos suyos y de su esposa, Elisabeth. En su día, la casa constaba de almacenes y una bodega abovedada, y pocos han sido los cambios que ha sufrido a lo largo de los siglos. La fachada, recientemente renovada, conserva un friso esculpido del siglo XVI que escenifica los siete pecados capitales y el infierno (para que conste, en la Edad Media se denominaba poéticamente la Cabalgata de los Vicios): concebido en dos partes, representa una advertencia contra los pecados de los que todo buen cristiano debería librarse. A la izquierda, se simbolizan el orgullo (el león), la pereza y la avaricia (el cambista sentado con el búho a su lado). A la derecha está el infierno. Las dos escenas están unidas por una cuerda en la que los demonios del infierno intentan atraer a los personajes que han sucumbido a los siete pecados capitales. En el interior, la planta baja de la casa cuenta con hermosas bóvedas góticas y un elegante patio. En la primera planta, las salas se encuentran en un estado de conservación bastante pobre, pero uno se queda prendado del conjunto y de los numerosos detalles, pues los techos son de una gran belleza. Se puede ver el imponente plano en relieve de la ciudad de Perpiñán, copia del que se realizó bajo el reinado de Luis XIV, ya que el original se encuentra en el Musée des Invalides de París.