Cómo llegar y contactar
Abismo descubierto en 1888 por Edouard-Alfred Martel, padre de la espeleología, que ofrece una magnífica cascada en Saint-Sauveur-Camprieu.
Édouard-Alfred Martel, padre de la espeleología, descubrió esta sima en 1888. Seguimos sus huellas a lo largo de un recorrido de 2,5 km, de los cuales 1 km transcurre en una de las cuevas de 11 km. Comenzando en la maleza del macizo del Aigoual, el sendero sigue un descenso in crescendo por el corazón de la vegetación, hasta llegar al río subterráneo, el Bonheur, y su resurgimiento, que brota por una estrecha y espectacular fisura de 70 metros de altura y cae en cascada. Se dice que en este lugar se celebraban antiguos cultos. Lo más destacado de la visita antes de partir son las huellas de dinosaurio.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Información y horarios en ABIME DE BRAMABIAU
Abril - mayo - junio - septiembre: de 10.30 a 16.30 h. Julio - agosto: de 10.00 a 18.00 h. Octubre - noviembre (hasta el último día de la festividad de Todos los Santos): de 10.00 a 16.00 h. Gratuito para menores de 5 años. Adultos: 14 euros (a partir de 16 años). Niños (de 6 a 11 años): 10 euros (de 12 a 16 años: 11 euros). Tarifas de grupo previa petición. No se aceptan tarjetas de crédito ni cheques. Aperitivos disponibles. Se admiten mascotas con correa.
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Opiniones de los miembros sobre ABIME DE BRAMABIAU
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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Située dans le massif de l’Aigoual, l’Abîme de Bramabiau est un site naturel classé incontournable du département du Gard.
L’abîme où surgit la rivière souterraine dîte du bonheur, surprend par ses dimensions impressionnantes : jusqu’ à 70 mètres de hauteur. Mais c’est en entrant dans ce labyrinthe que l’on ressent toute la puissance de la nature. On explore ce dédale pendant plus d’une heure. Et l'on réalise que le réseau se prolonge encore sur plus de 8 km en rêvant un instant de s'initier à la spéléo ...
L’exploration de l’abîme par Édouard-Alfred Martel les 27 et 28 juin 1888 ouvre l’ère des grandes découvertes spéléologiques. L’Abîme de Bramabiau fut d’ailleurs découverte en même temps que l’Aven Armand et la Grotte de Dargilan.
Il tire son nom de l’occitan "Bramabuòu" ou "bœuf qui brame" en raison du son émis par le jaillissement de l’eau similaire à un râle bovin. En effet, en cas de fortes eaux (au printemps), la chute peut être de 10 m de hauteur.
De nombreuses traces prouvant de l’existence de la présence d’humains et d’animaux sauvages dans l’abîme ont été trouvées. C’est ainsi qu’aujourd’hui, grâce à un tunnel découvert en 2005, nous pouvons observer de très près des contre-empreintes de pattes de dinosaures datant de plus de 200 millions d’années !